Hace unos días prometí que hablaría de ello. Ayer, una vez más, en la radio, escuché que una dragona de Komodo se había reproducido asexualmente, y necesito hacer la aclaración ya.
Como la RAE no podemos tomarla como referencia por razones evidentes, usemos la Wikipedia. Según ella, la reproducción asexual consiste en que:
de un organismo se desprende una sola célula o trozos del cuerpo de un individuo ya desarrollado que, por procesos mitóticos, son capaces de formar un individuo completo genéticamente idéntico a él. Se lleva a cabo con un solo progenitor y sin la intervención de los núcleos de las células sexuales o gametos.
Aunque el asunto no es muy de fiar, ya que de la partenogénesis dice que:
es una forma de reproducción asexual basada en el desarrollo de células sexuales femeninas no fecundadas, que se da con cierta frecuencia en insectos, anfibios y reptiles, entre los animales, y también en las plantas.
No, no, no. La partenogénesis, como bien dice su nombre, se debe al hecho de que se produce la segmentación de un óvulo, dando lugar a lo que normalmente sería un dicariocito, pero, como el óvulo era haploide, da lugar a una célula diploide viable, que dará lugar a un nuevo individuo.
Se dice que la partenogénesis es un proceso asexual, por el hecho de que el óvulo se divide por segmentación, que es un tipo de reproducción asexual. Pero no por ello podemos decir que la pobre dragona se divida asexualmente. Eso, a grandes rasgos, sería decir que si coges un puñado de células de la dragona, van a dar lugar a nuevos dragones; y eso no es cierto.
Hay que tener en cuenta que es un proceso de reproducción sexual al fin y al cabo, ya que para que se pueda dar la partenogénesis tiene que haberse formado previamente un gameto, que es la unidad fundamental para que hablemos de reproducción sexual. Aunque estrictamente se presupone que hacen falta dos gametos (y en este caso no hay dos gametos), también se supone que la asexual es independiente de la sexual, y en este caso no lo es.
Tendría más sentido hablar de clonación. Es lo que realmente ocurre. En ese óvulo, por estímulos no muy conocidos, se produce la duplicación del material genético, y sin llegar a producirse la mitosis, queda consitituido el embrión diploide.
En resumen, podemos hablar de la partenogénesis como tal, pero no deberíamos decir que es reproducción asexual tan a la ligera, puesto que es un proceso mucho más complejo que una simple gemación. No entiendo por qué todos los medios de comunicación tienen que poner de titular “Se reproduce asexualmente una dragona”. Porque entonces, por la sencilla regla de tres según la cual es asexual porque no hace falta un macho (esta es la explicación que aparece a posteriori en el cuerpo de la noticia), todos los hermafroditas serían asexuales, y va a ser que no.
Una vez que está aclarado el asunto de la partenogénesis (más o menos), veamos que no es tan bonito como lo cuentan.
Los dragones de Komodo, una especie de varanos, son una especie amenazada, no en peligro de extinción, como muchos piensan. En el mundo aún hay unos cuantos, lo que pasa es que, como es evidente, tienen unas restricciones ecológicas muy grandes.
El hecho de que se reproduzca una especie por partenogénesis no es negativo, a no ser que el número de individuos sea bajo. Me explico. Por partenogénesis siempre van a nacer hembras (ya que la madre no tiene cromosomas masculinos) y además van a ser genéticamente similares a la madre. Sí, he dicho similares. Tengamos en cuenta que para producirse la partenogénesis, antes se ha producido un óvulo, y ese óvulo se ha producido por meiosis. Tengamos en cuenta, por tanto, que si en algún locus posee un alelo letal (recordemos que la mayor parte de los alelos letales solo se expresan en homocigosis), el individuo no se desarrollará correctamente (puede nacer, pero no salir nada bien parado).
Aunque tengamos una camada sana, tendremos una camada de hembras con una variabilidad genética casi nula. Si este proceso se repite, la consanguinidad en la población aumentará hasta niveles insospechados. Recordemos que socialmente, el incesto está mal visto, pero que además de estar mal visto, se sabe que por este tipo de prácticas se elevan los niveles de consanguinidad de forma que al final nazcan niños con un montón de alelos recesivos expresándose en homocigosis, lo cual no suele ser bueno.
Además de existir consanguinidad, no existen machos. ¿Y ahora que hacemos? Pues arrepentirnos de habernos alegrado tanto de la partenogénesis. Me gustaría saber que va a hacer toda esta gente que no para de dar saltos de alegría para conseguir machos. Si es que no aprenderemos nunca.
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