¿Vuelta al cole? Todavía no, gracias

Se ha acabado agosto y estamos en uno de esos momentos en los que todo el mundo mira lo que tenía que hacer en verano y no ha hecho, y se intenta preparar para la vuelta.

Personalmente la vuelta no es tal, porque salvo un par de periodos fugaces de vacaciones, yo no me he ido. Y creo que eso es lo que más agobio está provocando. Estoy descansada después de las vacaciones (mentalmente hablando, porque físicamente estoy destrozada), pero es que no he vuelto para darlo todo. Estoy esperando ese día de “volver” y no llega. Las vacaciones se acabaron, pero he trabajado una semana y el martes me voy a un congreso. El domingo vuelvo y entonces sí, empiezo… pero el siguiente finde tocará visita a Galicia y después… quién sabe después, pero es siempre lo mismo. Siento que en el último año, no me he puesto en serio en ningún momento, porque no “estoy de vuelta” de verdad nunca. Creo que todo empezó con el puto congreso del verano pasado. Hizo que no tuviese unas vacaciones como dios manda, y a partir de ahí se empezaron a acumular viajes y cosas… y creo que no he estado quieta más de dos semanas en mi laboratorio desde entonces. Así no hay quién haga una tesis.

Con tanto agobio de “qué coño hago de mi vida que no avanzo” me he planteado que tengo que buscar una rutina como la previa al puto congreso, vaya a estar o no vaya a estar. Así, aunque sean sólo dos días en el labo, planificaré igual las tareas y haré uso de mi gestor de GTD algo abandonado últimamente. Y leeré, y descansaré. Y tendré todo ordenado sin dejarlo “para cuando vuelva”. Quizá por eso me ha dado hoy un arrebato de querer ordenar todo y he estado colocando cosas por casa.

Del proceso de ordenación he sacado conclusiones…

– He revisado las cuentas. He descubierto que soy pobre.

– He recogido el escritorio. He descubierto que había mesa debajo.

– He colocado los paper pendientes. La conclusión es que tengo que leer más.

– He encontrado el Kindle sin batería. Tengo que leer más, y no sólo papers.

-He dejado muchas superficies que tenían cosas vacías. Mañana me tocará limpiar, porque hay mierda a saco.

– He ordenado parte de la ropa. He descubierto que me voy a morir de frío este otoño si no compro ropa.

– He colocado la despensa. He descubierto que o realmente empiezo a comer sano o voy a volverme esférica.

Con todo, muchas conclusiones, muchas ideas… Unos planes pendientes y una lista de tareas para el otoño. A ver si consigo cumplir los propósitos que me hice en año nuevo con un empujoncito de aquí a navidades. Todos los planes basándome en GTD, en minimalismo, en intentar vivir feliz sin agobios. Y todo con un objetivo: cuando llegue enero, tengo que estar lista para ese empujón final, porque se acercará el momento de acabar la tesis, presentarla… y el siguiente enero espero poder estar escribiendo feliz desde mi postdoc.

Se acercan cambios y yo no estoy preparada para ellos…


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