Volver a España en tiempos pandémicos: las cuentas

En esta segunda semana de (todavía planificación) de mi vuelta a España he empezado con la parte de la organización. Todavía me quedan algunas cosas pendientes, pero he progresado un poco. Nada mal, teniendo en cuenta que todavía tengo que trabajar a jornada completa y en un alarde de estupidez hemos decidido grabar Qarentena semanalmente.

Lo que hice

Respecto a los planes de la semana pasada, he revisado la lista de recibos que pago en Suiza para poder cancelar todo. Si mis cuentas no me fallan y no se me ha escapado nada, son 10 compañías con las que me tengo que poner en contacto antes de fin de mes, porque resulta que en la mayor parte de los casos tengo que avisar con dos meses de antelación. Como podéis suponer, ya estoy asumiendo que a alguno voy a llegar tarde y me tocará pagar enero.

También he conseguido hacer un plan, de forma que cada semana vaya revisando todo lo que puedo tirar ya (o empaquetar) de cada zona de la casa. Mi conclusión rápida es que me hacen falta muchas bolsas de basura, algunas cajas y mucho tiempo. Lo más problemático va a ser el último punto.

He conseguido hacer una limpieza parcial de la zona del despacho, que ha terminado con una bolsa de basura llena, una caja (no definitiva) llena, y muchas cosas todavía en la estantería. En paralelo, dada mi desesperación en el despacho, he conseguido que en el baño queden cosas que caben en una caja pequeña, asumiendo que hay botes que acabaré y tiraré antes de la mudanza.

Respecto al presupuesto… ahí viene la parte complicada. El envío de cajas en dos rondas es asumible sin demasiado problema, siempre que consiga prepararlas a tiempo. Lo haré con la misma empresa con la que moví las cajas previas a Suiza. Esa parte es fácil. Hay que tener en cuenta los billetes de avión, que baratos no van a ser, pero que espero poder conseguir (si no se cancelan todos los vuelos…). Por último, me quedan dos aspectos importantes: deshacerme de todo lo que no quiero llevarme y limpiar. En Suiza lo habitual es que al dejar un piso lo limpie profesionalmente una empresa. Todavía no tengo presupuesto, pero me da mucho miedo. Para deshacerme de cosas, aquellas que no pueda regalar me van a costar dinero. Porque aquí pagas porque se lleven la basura, y pagas mucho. Estoy en proceso de saber qué hacer con eso pero al ritmo al que vamos parece que alquilar un coche un día para llevarlo todo al punto limpio puede ser una opción. Dependerá de lo que quede cuando llegue el día.

Lo que voy a hacer

Para esta semana mis planes son los siguientes:

  • Intentar hablar con mis caseros de una vez para planificar el proceso.
  • Enterarme de qué leches puedo hacer con mi pensión, si tengo que abandonarla en Suiza o qué.
  • Enfrentarme a mi armario, a su contenido y a mi capacidad para decidir qué ropa de la que hay ahí quiero mantener para mi futuro.
  • Limpiar y tirar cosas sin pudor de al menos un cajón de la cocina.

El último apartado es el más complejo, porque tengo mucho miedo a enfrentarme a la cocina, que es sin duda la parte de la casa en la que hay más cosas. Además, el fin de semana grabaré tres podcasts, e intentaré planificar todos los podcasts del resto del año para poder bloquear el tiempo de eso. Me faltan horas, os juro que me faltan muchas horas…


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