Finalmente, puedo contar el último episodio hasta nuevo aviso. Porque en principio ya está, aunque quedan cosas por ahí pendientes, sin duda. Pero ya estoy en España.
La semana ha sido dura, sin duda. El martes pasado se habían llevado las cajas y nosotros nos habíamos ido a un hotel. Por la tarde noche nos volvimos para sacar las cosas que eran para “reciclar”. El miércoles pasado empezó el agobio final… por la mañana abrimos la puerta a la empresa de limpieza y nos fuimos a hacer la PCR. Al mediodía, después de comer, revisamos el piso y entregamos las llaves. La verdad es que quedé muy contenta con la empresa de limpieza, ni de milagro habría podido hacer yo todo eso en tan poco tiempo.
El jueves por la mañana llegó uno de los resultados de PCR pero no el otro, y tampoco podíamos acceder, así que tocó buscar la forma de tener acceso y pedir el otro a ver qué pasaba. Una vez que teníamos los dos resultados, ya casi no nos quedaba nada pendiente…
Pero el viernes a la mañana me di cuenta que el certificado de la PCR no era como tenía que ser del todo, por lo que pedí que tuviese todo lo que tenía que tener y la empresa en cuestión pasó ampliamente de mi. Que si, que todos sabemos que no iban a dejarme fuera porque el papel no cumpliese todos los requisitos pero… el agobio es el agobio.
Finalmente, el viernes por la tarde nos fuimos al aeropuerto, entramos sin demasiado problema. Facturamos una de las maletas de mano gratis, nos subimos al avión, llegamos a Madrid, recogimos todo y a casa… Como curiosidad, aunque escaneamos el código QR y pasamos el control de temperatura, no nos pidieron directamente el resultado del PCR (aunque sí dijimos que lo teníamos). Creo que estaban demasiado ocupados con todos los que no dijeron nada, no tenían el código ni nada. Como segunda curiosidad, por primera vez en la vida, para salir del aeropuerto nos hicieron pasar por un control de aduanas en el que una vez más pasamos por un arco de rayos X nuestras maletas.
Ayer lunes llegaron las cajas que ya están vacías, aunque no voy a decir que todo está colocado en su sitio… porque no es el caso, pero poco a poco todo parece ir encontrando su lugar. Así que aquí se acaba la historia. Hasta aquí hemos llegado contando la mudanza, y ahora toca empezar la nueva vida. Quedan dos semanas, dos semanas que servirán para pensar bien en los siguientes pasos e ir organizando todo para empezar 2021 con muchas fuerzas.
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