Viruela del mono, ni nueva ni de monos

Aunque a estas alturas de la semana calculo que ya todo el mundo ha leído todo lo que se sabe de este virus, voy a hacer un resumen, porque ya nunca se sabe, y mejor tener las cosas claras. Con el auge de casos de viruela del mono en Europa, parece que han surgido un montón de preguntas, y voy a contestar aquellas que he visto más repetidas. Si quedan dudas, pues me las hacéis llegar y vamos ampliando sobre la marcha.

¿De qué virus se trata?

La viruela del mono es un Orthopoxvirus, género que pertenece a la familia de los Poxvirus. Son virus con ADN lineal y se conocen bastantes. En su nombre oficial siguen casi todos la misma estructura: “animalpoxvirus”. Así tenemos que en este caso hablamos del monkeypoxvirus, que en inglés decimos que produce la enfermedad de monkeypox. También tenemos cowpox (viruela vacuna), horsepox (caballo), rabbitpox (conejo)… pero hay algunos virus de este género que rompen con esta regla. El caso más conocido es el Vaccinia virus, que se usó para la vacuna contra la viruela (humana) y también el Variola virus, que es el que producía la viruela humana. En inglés, para retorcer el rizo, la viruela se llama smallpox (y no humanpox o variolapox), y también tenemos un pox famoso que no tiene nada que ver: el chickenpox. No, no es viruela de pollo… es la varicela.

¿Viene de los monos?

Realmente no, o no del todo, aunque se pueden contagiar y pueden contagiar. Recibe ese nombre porque en los 50 se encontró por primera vez en monos. En monos de laboratorio, y casi por casualidad. Hasta 1970 no se empezaron a registrar casos en humanos, pero a partir de ahí la cosa ha seguido la habitual curva de crecimiento de cualquier población.

Pese al nombre, el principal reservorio parecen ser los roedores, de varios tipos. En sí, hasta ahora, casi todos los casos que conocemos en humanos se han dado por contacto directo con animales, incluyendo un par de brotes por contacto con mascotas. La diferencia es que en ese momento se pudo identificar el origen y, por lo tanto, las personas en riesgo.

¿Cómo se contagia?

La vía de contagio que se conoce y se ha estudiado bien es el contacto con fluidos corporales. Dado que es lo único que conocemos, se presupone que es la vía principal. El contagio por fluidos implica cualquier tipo de fluido corporal: saliva, sudor, orina… El contacto no tiene por qué ser directo, por lo que habría que tener cuidado con las gotas de saliva (por ejemplo, en vasos o cubiertos compartidos) y también con todo lo que haya entrado en contacto con la piel de la persona: ropa, sábanas… y especialmente si la persona tiene ya esos “granitos” que sueltan pus. Voy a llamar a todo por su nombre común, porque aquí queremos que se entienda.

Aunque se sabe que el contacto indirecto es una fuente de contagio (por ejemplo, limpiando jaulas de animales contagiados), el contagio por contacto directo es mucho más probable. Las noticias han apuntado a hombres homosexuales y bisexuales y esto ha generado cierta confusión que quiero aclarar: aunque el intercambio de fluidos durante el sexo puede favorecer el contagio, estos contagios no tienen por qué haberse producido por el semen, ya que podría haber sido por el sudor o la saliva.

¿Entonces por qué hombres?

Porque encuentras en el lugar en el que miras. Desde que conocemos la existencia del virus se han contagiado hombres, mujeres, homosexuales, heterosexuales, bisexuales y probablemente cualquier otro *sexual que podáis imaginar. Cuando saltaron los primeros casos en el Reino Unido se describió a los afectados como hombres homo- o bi-sexuales o que habían tenido relaciones sexuales con otros hombres. Esto puede haber favorecido que ante la presencia de síntomas, sean hombres que cumplen esas características los que vayan antes al hospital. Si el primer paciente allí fue el que viajó y llevó el virus, es posible que se pueda establecer una primera línea de casos entre diferentes parejas, pero esa línea va a ser corta. También pueden haberse producido brotes en lugares concretos, pero eso son todo especulaciones.

La realidad es que dados los casos conocidos en estos momentos, es altamente probable que haya mujeres contagiadas fuera de África, pero que todavía no lo sepamos. Tengamos en cuenta que el periodo de incubación es amplio y pueden pasar hasta 3 semanas desde el contacto hasta que aparecen los síntomas.

Imagen de microscopio electrónico de virus de viruela humana. Su forma es como de ladrillo redondeado.
Esto es viruela humana, pero colaría como de mono

¿Qué pasa en África?

Desde que se descubrió el virus, decía, cada vez hay más casos. En sí, este año nos constaba que había un brote, porque se estaban identificando más casos de lo normal, pero como es habitual, no se presta atención hasta que llega a Europa. A ver si aprendemos de una vez.

Hay que destacar que hay dos variantes del virus, que aunque se diferencian en varias cosas, lo que nos suele importar es si te mueres más o menos. Hasta cierto punto tenemos suerte, porque solo un 1% de los afectados con la variante que ahora tenemos en Europa (y América) se mueren. Digo suerte porque con la otra sube al 10%. En cualquier caso, estos números no nos sirven de mucho, ya que no podemos comparar las condiciones de vida y sanitarias entre países.

¿Pero cómo sé si lo tengo?

Los síntomas son similares a los de la viruela humana, pero más suaves. Se empieza con esa sensación general de malestar, de dolor muscular, fiebre… eso que es común a muchas enfermedades. En este caso, frente a la humana, es común que se produzca la inflamación de los ganglios linfáticos. Pero lo que es muy característico es la aparición de los “granitos”. Aunque la foto que más ha rodado por España es de la zona genital, lo normal es que salgan primero en la cara, las manos y los pies, y no hablamos de un granito puntual. Pueden ser desde un puñado hasta millones.

Si estás leyendo esto y te has planteado que quizá lo tienes, llama a tu médico para que puedan tomar una muestra y analizarlo, pero que no cunda el pánico, en la inmensa mayoría de los casos esto se cura quedándose en casa hasta que se sequen y se caigan los granitos.

¿Y qué hago si lo tengo?

Tener paciencia. Evitar que otros se contagien de tus fluidos. Se pueden calmar los síntomas, pero no tenemos una cura como tal. Existen estudios que indican que algunos antivirales pueden ser efectivos, y también que se podrían usar inmunoglobulinas, pero lo normal es esperar a que se pase y ya. Eso sí, lo que tenemos claro es que la vacuna de la viruela humana da bastante protección porque son virus muy parecidos, así que las personas que recibieron esa vacuna tienen protección parcial, y a los que han entrado en contacto se le podría dar para intentar minimizar los síntomas. Al resto quizá nos la acaben poniendo, porque además es una vacuna que se fabrica bastante rápido, tanto la versión original (la que se ponía en los 70, no la original de Jenner) como la que se desarrolló y aprobó después de erradicar la enfermedad.

¿Qué otras dudas tenéis? Hacédmelo saber e iré ampliando, que tengo la impresión de que este tema va para largo…

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