Ya que estos dos días hizo algo de sol, estuvimos haciendo el ganso por el monte.
Ayer, es decir, el miércoles, fuimos a San Xusto. Es un pueblo que se encuentra a unos 20 minutos de Santiago en dirección Noia. Allí hay un cementerio (creo que el cementerio no era lo primero a nombrar), una iglesia/monasterio con una tumba en la puerta de un cura que estuvo allí 5 años allá por 1911 (no sé por qué se entierra en la puerta a un cura que sólo estuvo 5 años… que alguien me lo explique), un río y unas cascadas. Hay dos cascadas. La primera es de fácil acceso, como siempre, esto engaña. En ese momento empiezas a ver dos rayitas, una blanca y una amarilla, paralelas. Todo va bien… (para quien no lo sepa, son marcas que en una ruta de senderismo dicen que vas por el camino correcto). No, no todo va bien. Para los que hacemos esto de vez en cuando, estas marcas suelen ser algo así como que te vas a cagar, porque sí, eso que parece intransitable es por donde tienes que pasar, aunque tengas que colgarte de un árbol para no caerte al río… al río en el que hay cascadas. Entre las dos cascadas hay un puente de madera muy majo (ahí fue donde un árbol me atacó…. y ahora tengo un moratón en la pierna), que permite cruzar al otro lado del río para poder sentarte al pie de la segunda cascada, un lugar a la sombra muy bonito… en el que hacía un frío mortal. Si seguías subiendo hasta la segunda cascada (esto ya estaba más complicado), la cosa mejoraba, porque la cascada es más grande y las vistas merecen la pena. Una vez arriba hay un sendero por el borde del río, que lleva a algún sitio que no llegamos a descubir. Nos hemos quedado con la posición del sitio, ya que la ruta no es demasiado grande y quizá otro día la sigamos. Ya contaré las experiencias.
Hoy, es decir, jueves, fuimos al río Pedras. Esto está en la zona de la Puebla (Pobra do Caramiñal para quien no entienda). Primero hicimos el mono un poco al borde del río. Este para cruzarlo había que saltar entre piedras, tentando a la suerte… había muchas posibilidades de pisar una piedra inestable o un musgo inestable. Sigo viva, con lo cual tengo suerte. Prolongamos un poco el paseo por el río hasta que el camino empezaba a hacerse intransitable (y eso que había marcas de ruta de senderismo…), en ese momento decidimos dar vuelta e ir a buscar el merendero al que iba la gente civilizada. Subimos, y subimos, y seguimos subiendo… y no encontramos tal merendero. Mi impresión es que dejamos de caminar cuando ya casi habíamos llegado, pero no me hacía ilusión quedarme en medio del monte a oscuras. Se hacía de noche y no teníamos una linterna. Así que decidimos parar justo después de cruzar un puentecillo de piedra muy majo, merendamos y dimos vuelta. También nos quedamos con el sitio para hacer la ruta otro día con más tiempo (o más hacia el verano que no se hace de noche tan pronto). De todas formas, las vistas merecían la pena. Aquí también había cascadas, con saltos más grandes. Y también hacía un frío mortal.
La parte negativa, es que como la autovía está cortada por obras, el GPS me vaciló todo lo que quiso para traerme de vuelta, hacía un viento horrible y al final pasé de todo y vine por carretera… dando muchísima vuelta. Además en todas partes hay procesiones y van y cortan las calles… que injusticia. Los ateos también tenemos derecho a disfrutar de las vacaciones, y en un atasco no se disfruta.
A las nueve y media estábamos ya en Santiago, pero aprovechamos para cenar en un sitio pijo. Mejor dicho aprovechamos una invitación a cenar en un sitio pijo… con las pintas que teníamos de salir del monte, la imagen era como mínimo curiosa 🙂
Hoy, mientras saltaba las piedras del río, pensé en crear una página en el blog con sitios a los que merece la pena desplazarse. Como el GPS es listo podría poner las coordenadas (para que los que quieran puedan llegar sin perderse como me suele pasar a mi cuando no se a donde voy), y describir el sitio, qué se puede hacer, qué no se puede hacer… Y es que a mi me jode mucho que siempre que quiero ir a estos sitios me cuesta muchísimo encontrar información (por eso doy tantas vueltas). ¿Qué os parece?
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