The Wall… apoteósico

No se me ocurre otra forma de definir el concierto del sábado.

Llegamos allí sobre las 8. No había demasiada cola para entrar, con todo perfectamente organizado… y allí estuvimos hora y media esperando, escuchando de fondo a Bob Dylan.

En el escenario estaba construida una parte del muro y expuesto el uniforme de dictador para que se pusiese Roger Waters durante The Trial.

Por la megafonía unos cuantos avisos… “se recuerda que está prohibido fumar…” La gente grita, abuchea… el aviso ni se oye.

Comienza el concierto. La gente histérica y Waters ni siquiera había aparecido en escena. Pero todos reconocemos esas notas… y pronto sale al escenario. Un montón de soldados con sus banderas, el público como loco… y una primera canción que finaliza con un gran espectáculo pirotécnico y una avioneta estrellándose contra un extremo del muro. Sólo por esa primera canción ya habría valido la pena.

A partir de ahí, lo esperable… comienza la historia de Pink. Uno de los momentos álgidos, el Another brick in the wall (I y II). Con la respectiva marioneta del profesor. Todos coreábamos a gritos…

Otro gran momento, durante Mother. Cuando entre las proyecciones aparece un gran “no me jodas”.

Por el resto, las proyecciones clásicas de The Wall intercaladas con imágenes de guerras actuales, y un montón de imágenes de soldados muertos en todas estas guerras.

Según iba avanzando el concierto, se iba completando el muro, que se cerró a la mitad del concierto. Paramos para un intermedio, con más imágenes de soldados y civiles muertos. Incluido Lorca.

La segunda parte del concierto avanzó con el muro cerrado, con Waters o algún músico asomando ocasionalmente, y un montón de proyecciones. Dos solos de guitarra nos dejaron a todos con la boca abierta… Y un “Is there anybody out there?” que desató gritos entre el público…

Se acercaba el final, el muro tenía que caer de un momento a otro… pero antes… un cerdo volando!!! Por un momento creí que el cerdo se estrellaba contra nosotros… pero entonces vino uno de los solos de guitarra y no sé que pasó con el cerdo…

Y el muro tenía que caerse, y lo hizo con una gran vibración del escenario y de todo el Palacio de Deportes. Alucinante…

Después, un par de canciones más, y una emotiva despedida. Gracias Madrid!

Gracias a ti, Roger, que has cumplido uno de mis sueños…


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