Lo prometido es deuda y aquí llega el análisis de la última ronda del estudio de seroprevalencia realizado en España. Aunque ha sido la última ronda, todo apunta a que se va a publicar un artículo en algún momento con las conclusiones finales, y si lo veo conveniente, en ese momento comentaré esos resultados. Pero por ahora vamos a ver lo que tenemos por el momento.
¿Qué dice el estudio?
Las conclusiones generales no son para nada sorprendentes. Como recordaréis, en la primera ronda la seroprevalencia media era de un 5%, es decir, un 5% de la población española tenía anticuerpos IgG contra el coronavirus. En la segunda ronda subió al 5.2% y en la tercera ronda es también del 5.2%. Como ya habíamos comentado no había diferencias entre hombres y mujeres, pero sí en grupos de edad. Algo destacable de esta tercera ronda es que esas diferencias por edad se están difuminando. Además, se acentúa la diferencia en las grandes ciudades (contacto con más gente, más exposición).
La principal forma de contacto parece ser la convivencia (hay que tener más cuidado en casa…), ya que aproxidamente un tercio de los positivos convivían con alguien que había sido un caso confirmado. La segunda causa son los familiares (no convivientes) o los amigos.
Seroconversión y seronegativización
Uno de los puntos fuertes de este estudio ha sido el seguimiento de parte de los participantes y es que la mayoría (casi 90%) han estado dispuestos a volver a ser analizados. Esto permitió ver que de la primera a la segunda ronda la seroconversión había sido del 0.9% (personas que en la primera daban negativo y en la segunda positivo). Ahora, entre la segunda y la tercera, es de un 0.7%, lo que tiene sentido porque sabemos que el virus está más controlado.
Por otra parte, ahora tenemos datos de seronegativización, es decir, personas que han perdido los anticuerpos. Entre la primera y la segunda fue de un 7.1% y entre la primera y la tercera de un 14.4%. Tengamos en cuenta que esto no quiere decir que no presenten inmunidad, lo que quiere decir es que esa inmunidad no es vía anticuerpos, pero tenemos otras formas de luchar contra los virus. Ese dato, además, coincide con otros estudios que apuntan a que los anticuerpos se empiezan a perder a los tres meses del contacto con el virus.
Como es lógico, la mayor parte de los que tuvieron recientemente una PCR positiva tienen anticuerpos (pero no todos!!), y la anosmia sigue siendo la mejor forma de predecir un positivo.
¿Son resultados fiables?
En las dos rondas anteriores habíamos comentado que los resultados que se daban eran los de un test rápido. Ahora se han comenzado a comprar todos los resultados del test rápido con los de la determinación de anticuerpos mediante inmunoensayo, que aunque tarda más, da resultados más exactos. Los resultados son similares, por lo que nos podemos fiar de lo que sale del test rápido, especialmente cuando valoramos la población y no los individuos aislados. Los resultados concuerdan en un 97.5% de los participantes.
La muestra tomada para las tres rondas es en general representativa de la población, aunque sí hay menos representación de los niños muy pequeños y de las personas muy mayores, por lo que los datos en esos grupos de edad son menos representativos, pero fiables en cualquier caso.
Al igual que en las rondas anteriores, voy a ir destacando datos que han llamado mi atención. ¿Cómo ha cambiado la seroprevalencia?
Seroprevalencia según diferentes criterios
En la tercera ronda la prevalencia es el 5.2% como dije antes, pero sigue habiendo unas diferencias abismales entre Comunidades. Los extremos siguen siendo la Comunidad de Madrid (11.7%) y la Región de Murcia (1.6%). En cambio, si nos fijamos en las provincias, la que tiene mayor prevalencia es Soria (14.4%) y la que menos Huelva, con tan solo un 1.2%.
Si miramos los diferentes rangos de edad, vemos que aumenta la prevalencia entre los más jovencitos. Por ejemplo, para menores de 1 año, pasamos de un 1.1% en la primera ronda a un 3.7% en la tercera. Quiero destacar algo aquí: en los rangos de edad entre 15 y 30 años, la prevalencia se mantiene más o menos constante, así que no hay razones para pensar que los jóvenes lo hacen todo mal y se contagian más que el resto.
En base a otros criterios como la situación laboral o el sector, los datos son similares a las rondas anteriores, así que no voy a profundizar en ellos. Lo mismo para el número de personas en el hogar o el nivel de renta, aspectos que no afectan a la prevalencia.
Respecto a los síntomas previos, vemos diferencias con las rondas anteriores. Más de un 40% de las personas que decían haber sufrido anosmia o ageusia (pérdida de olfato o gusto) presentan anticuerpos. Respecto al resto de síntomas, tenemos que tener en cuenta que con el paso del tiempo la gente se fija más, y quizá ahora se reportan más síntomas porque hemos estado más pendientes de lo que sentíamos sabiendo cuales eran los síntomas a tener en cuenta.
Los nuevos positivos: incremento en seroprevalencia
Si analizamos la seroconversión, podemos ver algunos datos que llaman la atención. Por ejemplo, aunque sabemos que la media de seroconversión entre la primera y la segunda ronda fue de 0.9%, no es igual en todos los grupos de edad: aparecieron más anticuerpos en personas de más de 50 años. Esa diferencia se mantiene entre las rondas 2 y 3, aunque menos acentuada. Por síntomas, la mayor parte de los nuevos seropositivos se dan en personas con anosmia, cosa más que esperable.
¿Los que salen más a la calle se exponen más? Pues o la gente miente mucho, o no. El nivel de seroconversión es más alto en aquellas personas que dicen salir de media menos de una vez al día que entre los que dicen salir más de dos veces. Eso sí, las diferencias no son significativas, ya que están dentro de los intervalos de confianza. Son diferencias mínimas, pero no deja de ser curioso. De la misma forma, aquellos que dijeron llevar mascarilla siempre resultan haber estado más en contacto con el virus que los que dijeron que sólo a veces… y sí, que no es significativo, pero hay una pequeña diferencia.
Los nuevos negativos
Igual que vemos las características de los que generan anticuerpos, podemos ver las de los que los pierden. La mayor pérdida se da en grupos de edad de 50-64 años (aunque podemos en parte pensar que su contacto había sido antes). Para complicar más la cosa, la menor pérdida es en mayores de 65.
Respecto a los síntomas, los que más rápido pierden los anticuerpos son los que nunca tuvieron síntomas, y duran más en función del número de síntomas. A los que más les duran es a los que tuvieron anosmia. Y por supuesto, a los que tuvieron PCR positiva.
Cómo ha cambiado nuestro comportamiento
Como se hicieron muchas preguntas, también se ha analizado cómo hemos ido cambiando nuestra vida. Por ejemplo… ¿salimos más? Pues depende. De media, los españoles salen a la calle 7.8 veces a la semana (sin contar ir a trabajar). Los que menos salen son los murcianos (6.6) y los que más los navarros (9.8). Los datos que os doy, recordad que son siempre de la España peninsular. Además, según han dicho los españoles, la inmensa mayoría usa mascarilla en esas salidas.
Los análisis detallados de las primeras rondas
Además de los informes previos, ahora tenemos también informes detallados de la primera ronda de seroprevalencia para cada Comunidad. He ojeado los de las dos que más me interesan para ver qué cuentan. No voy a entrar en detalles, sólo comentar un par de cosas y animaros a que busquéis el vuestro.
En el caso de Galicia, me ha llamado la atención que en algunos rangos de edad el porcentaje de positivos varía mucho entre hombres y mujeres. Esto se observa también para Madrid, pero en grupos de edad diferentes. ¿Tan diferente es nuestro comportamiento? Además, me ha llamado mucho la atención que los madrileños parecen tener una percepción diferente de los sentidos del olfato y del gusto. Para los gallegos el 11.1% de los que decían tener problemas tenían anticuerpos, pero entre los madrileños es el 60.2%. Quizá es que los gallegos estamos más obsesionados con la comida…
El primer artículo y la comparación con el inmunoensayo
Por último, con esta tercera ronda, se ha publicado un artículo en The Lancet que analiza los datos de la primera ronda. ¿Por qué sólo la primera? Porque no se trata sólo del resumen del test rápido. Tienen también en cuenta la comparación con el inmunoensayo. Aunque hemos dicho que a nivel poblacional los resultados son fiables, se ve que en algunos casos hay diferencias y que un test puede dar valores más altos o más bajos que el otro, y en el artículo comparan todo esto en detalle.
No voy a analizar de nuevo punto por punto, pero hay dos valores que sí debemos recordar antes de finalizar. Durante esa primera ronda, un tercio de las personas a las que se le detectaron anticuerpos no había detectado ningún síntoma, ni un dolor de cabeza. Es decir, mientras me estás leyendo, aunque te encuentres perfectamente, puedes ser portador. Por otra parte, menos de un 20% de los que decían haber tenido síntomas realmente tenían anticuerpos, por lo que en muchos casos los síntomas tendrán una causa diferente, así que no tenemos que obsesionarnos.
Conclusiones
Tenemos que tener en cuenta todos estos datos para prepararnos para lo que pueda venir. Estamos muy lejos de la inmunidad de grupo, y perdemos anticuerpos más rápido de lo que los generamos. El confinamiento permitió controlar la expansión, pero no podemos pasarnos la vida confinados así que es muy importante que controlemos lo que hacemos en nuestro día a día, y que tengamos en cuenta dónde se producen los contagios principalmente. No bajemos la guardia.
Los enlaces:
Acceso a todos los informes incluyendo los de las comunidades
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