Seroprevalencia 2.0

Tras haber explicado cómo se llevó a cabo el estudio de seroprevalencia en España y cuales fueron los resultados de la primera ronda, me veo obligada a comentar la segunda ronda y, cuando salga, la tercera. Iré comparando, porque lo que importa ahora es ver las diferencias.

Aunque se han marcado 14 páginas de pdf con los resultados, yo intentaré resumir aquellos datos que pueden llamar más la atención, más o menos como hice para la primera ronda y siempre destacando los cambios frente a esa primera ronda.

El planteamiento

Ya conté cómo se había planteado el estudio antes, y ahora hay pocas diferencias. Para esta segunda ronda ha aumentado un poco el número de participantes y según el informe han conseguido una respuesta ligeramente mejor por aquellos contactados, lo que es muy buena señal de compromiso. Gran parte de los participantes son los mismos que los de la ronda anterior, ya que de ellos el 95% han aceptado repetir. Pero una parte son nuevos para incrementar el tamaño de la muestra, cosa que tenemos que tener en cuenta para no asumir que son exactamente las mismas personas, y no olvidar que los intervalos de confianza existen. El 88% de los participantes han dado muestra de sangre, que ya dijimos que permitirá estar seguros de que los resultados son los que son, porque ahora lo que tenemos son los cálculos preliminares con el resultado de la banda de IgG. Recordemos que IgG son las inmunoglobulinas que aguantan más tiempo, los “anticuerpos a largo plazo”.

La prevalencia y seroconversión media

Resumiendo mucho, si antes teníamos un 5% de media, ahora tenemos un 5.2%. Es una diferencia muy pequeña y muy poco significativa, pero una diferencia al fin y al cabo. Eso sí, entra dentro del intervalo de error válido, así que hay que tomarla muy con pinzas. Es un poco mayor (0.4%) en mujeres que en hombres, cosa que choca un poco con aquellos cálculos que se hacían hace meses de que las mujeres se contagian menos.

Cuando se habla de seroconversión, nos referimos a las personas que habían dado negativo en la primera ronda y ahora dan positivo. Recordemos que aunque (por desgracia) se tiende a asociar sólo con un virus, para cualquier cosa que nuestro suero pueda dar positivo o negativo, como por ejemplo para presencia de IgG en este caso, podemos decir que alguien es seronegativo o seropositivo. De las personas que en la primera ronda eran seronegativas, un 0.8% han pasado a ser seropositivas. Eso implica que el virus sigue circulando, pero que el nivel de contagio (o contacto, mejor dicho) es bajo. Estamos portándonos bastante bien.

Prevalencia según características

Aunque la media sea ese 5.2%, sabemos que varía ligeramente según la edad de los participantes. En general se mantiene más o menos como en la primera ronda, aunque hay algunos detalles que me llaman especialmente la atención. Por una parte tenemos a los bebés de menos de un año que, aunque el número de participantes es bastante similar, han pasado de un 1% a un 2.2%. Y entiendo que ese contacto con el virus se ha dado en casa.

Si nos vamos al otro extremo, a los mayores de 90 años, si en la primera ronda era de un 5.7% ahora es de un 8%, y tampoco hay una grandísima diferencia en el número de participantes, así que vamos a ver… que el paseo de los mayores hay que darlo solos!

Entre el resto de grupos de edad se observa más o menos lo esperable: un pequeño aumento en aquellos que están en edad de trabajar (salen más y tienen más contacto con otra gente), y una estabilización en los jóvenes en edad de estudiar. Sí es cierto que en los grupos de edad “mayores” (pero sin llegar a 90) se ve un aumento mayor. Aunque esto que voy a decir es una interpretación personal, quiero que reflexionéis un poco: se está criticando mucho cómo actúan “los jóvenes” pero ellos siguen igual que estaban antes. Quizá los vemos más por la calle, pero deben tener más cuidado. Y no me refiero a los niños que dice un estudio que se contagian menos, me refiero a los veinteañeros.

Ahora vamos a otra parte que debería hacernos pensar un poco: la situación laboral. Los trabajadores en activo han pasado de un 5.7 a 5.9, una diferencia mínima no significativa. En cambio, los desempleados han pasado de 3.2 a 4.4. ¿Qué ha pasado ahí? Los estudiantes de un 4.5 a 4.3. ¿Han perdido anticuerpos? No, esa diferencia de 0.2 es perfectamente explicable con el intervalo de confianza y al igual que los trabajadores en activo, no es algo significativo. Que la de los desempleados también entra dentro del intervalo de confianza, pero ya se va más a los extremos y debería hacernos pensar. Otro grupo que tiene una diferencia que llama la atención y que sí se sale del intervalo de confianza es el de personas que se dedican a tareas del hogar, que ha pasado del 4.3 al 5.8.

Por último, habíamos comentado la prevalencia según sean trabajadores presenciales o no. Curiosamente, los presenciales tenían un 5.2 y siguen igual, pero los no presenciales tenían un 6.1 y ahora tienen un 7.3. Y como os diría yo, el teletrabajo no es una forma de contacto con virus, así que a ver qué hacemos.

Respecto a la prevalencia según síntomas no hay nada que llame especialmente la atención, porque seguimos más o menos igual que en la primera ronda. Las cuentas siguen dando que más o menos un 30% de las personas que han tenido contacto con el virus no han mostrado ningún síntoma (ni un dolor de cabeza vaya) y que la anosmia sigue siendo el síntoma más característico.

Si nos fijamos en el tamaño de población, los resultados también siguen igual: si vives en una población grande es más probable que entres en contacto con el virus.

Prevalencia por localización

Cuando miramos la prevalencia por Comunidad Autónoma lo destacable es que no hay diferencias destacables. Eso es algo bueno y esperable, porque si no nos movemos no debería haber grandes cambios, a no ser que dentro de una en concreto hubiese demasiada transmisión. El incremento de distribuye de una manera bastante proporcional, que es lo esperable. Si se miran los datos puede llamar la atención que algunos números son más bajos que los previos, pero siempre dentro del intervalo de confianza y teniendo en cuenta que el tamaño de muestra ha variado un poco.

Si nos ponemos a mirar las provincias, que en principio es nuestra unidad de confinamiento (con algunas excepciones), ahí me han puesto la vida más fácil porque además de las dos columnas de datos previos y actuales, me han añadido una de porcentaje de seroconversión. A la larga esto se dará también para otras cosas supongo, pero recordemos que estos resultados son preliminares. Esta tabla me va a servir para explicar por qué el porcentaje de seroconversión no es simplemente restar.

Vamos a tomar como ejemplo la primera provincia por orden alfabético, Álava, que además cae justo en la media nacional de seroconversión. En la primera ronda tenían un 7.5% de seropositivos, en la segunda tienen un 6.2%. La muestra ha aumentado y ha cambiado y si miramos los intervalos, aunque puede parecer que ahora hay menos personas positivas, la diferencia no es significativa. En cambio, si miramos la columna de seroconversión, en la que se cuentan cuantas personas que habían dado negativas en la primera ronda y han repetido ahora dan positivo, tenemos un 0.8%.

Dado que ya sabemos que en algunas provincias hay más casos que en otras, vamos a centrarnos en la seroconversión, en los sitios en los que más gente ha pasado a ser positiva. ¿Dónde han aumentado más? Seguro que mucha gente pensaría que en Madrid y Barcelona, que es donde hay más casos… pues no. El podio de incremento se lo llevan Ávila (2.1%), Palencia (2%) y Valladolid (1.8%). Ya sacáis vosotros las conclusiones… que yo no quiero acusar a nadie de nada.

Si nos vamos al extremo contrario, los sitios en los que menos está circulando el virus (y por lo tanto, se observa menos seroconversión), los ganadores son Ceuta y Asturias (empatados al 0.1%), seguidos de Murcia (0.2%).

Conclusiones

Personalmente, yo creo que los resultados muestran que en España se ha hecho en general un buen trabajo en controlar el virus. Por otra parte, aunque en ningún momento se han destacado esos factores en la rueda de prensa, yo sí veo ciertos datos que deberían hacernos pensar dónde se está moviendo el virus en estos momentos, porque yo diría que en el puesto de trabajo no es, y esos datos deberían servirnos en caso de tener que volver a cerrar parcialmente algunas zonas. Nuestros jóvenes están manteniendo el virus bajo control, mientras que nuestros mayores parece que no tanto, aunque no tengamos datos directos de seroconversión.

Por último, tenemos que tener en cuenta que no hemos aumentado casi la cifra, así que si redondeamos mucho el número y pensamos que es 1% de seroconversión por mes… tenemos que asumir que la inmunidad de grupo está muy lejos. Pero también sabemos que la situación durante el mes de mayo no ha sido la del mes anterior, así que podemos pensar que si actuamos con cabeza y lo mantenemos bajo control, poco a poco irá aumentando el nivel de protección de grupo sin que ello suponga un gran daño a nuestra población. Que sí, hay que legislar y todo eso, pero nosotros también tenemos que actuar con cabeza, con sentidiño.

Si queréis ver el resto de datos y todos los intervalos para cada caso, los resultados los tenéis aquí:

Estudio ENE-COVID19: Segunda ronda


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