Postdoc en Suiza: guía de supervivencia o como finalmente hemos encontrado un piso (parte III: el previo a la mudanza)

Con este post finalmente me pongo al día en la narración de la historia.

Como decía en el previo, un día ocurrirá que sonará el teléfono o llegará un mail diciendo que se os ofrece un piso que os gusta realmente. Entonces decís que si, pero ahí no acaba la cosa…

A los suizos les encanta el papeleo, así que lo primero que habrá que hacer es pagar el depósito. Hay un par de compañías con las que podéis tener una cuenta depósito, pero siendo nuevos en el país esto es poco probable, así que nosotros optamos por preguntar cual era el sistema que preferían, pero también porque nuestro caso es un poco especial… El piso que hemos escogido pertenece a un particular y no a una empresa. El edificio en si es suyo, y ellos viven en el bajo. Esto nos permite un mayor contacto con ellos, aunque también tiene el contra de que saben todo lo que hacemos o dejamos de hacer.

Los dueños nos propusieron abrirnos una cuenta depósito en su banco. Ellos se han ocupado de ir y hacer el papeleo inicial, y a nosotros nos han dado un papel a firmar con el que aceptamos el contrato. A partir de ese momento, en algún momento nos llegará una hojita naranja de las que tanto les gustan, para hacer el ingreso de, en nuestro caso, dos meses de alquiler.

La otra parte que nosotros tenemos pendiente es el seguro. Hemos mirado ya compañías pero todavía no lo hemos contratado, porque nos han dado cierto margen, confiando en nosotros. En muchos casos no dan las llaves hasta que se les proporciona el número de póliza. Como creo haber dicho previamente, es necesario contratar un seguro de responsabilidad civil y de contenido de la casa, que son unos 80 francos extra al mes. En ello estamos.

También hemos mirado compañías de internet. Lo que nos ha parecido razonable es contratar cable a 50 megas, y probablemente lo pediremos esta semana, ya que parece que tardará unos 10 días. Pese a ello, estaremos unos días sin internet en casa.

Solucionados los problemas técnicos, el siguiente punto son los muebles. Hemos tenido la suerte de que el dueño aceptase darnos el plano de la casa una semana antes de las llaves, y además habíamos guardado las fotos del anuncio. Con estos datos nos hicimos un plano propio con lo que pretendíamos poner, y la semana pasada hicimos una primera visita a Ikea y otras tiendas de muebles, para elegir lo que queríamos. La visita a las otras tiendas fue poco exitosa, y nos decantamos por comprar todo en Ikea. Ese mismo día aprovechamos el viaje para comprar edredón y sábanas ya que, recordemos, lo único que poseemos es nuestra ropa.

El jueves pasado finalmente nos dieron las llaves, previo pago de la parte correspondiente a este mes. El viernes por la noche llevamos las cosas que habíamos comprado y comprobamos in situ que tuviese sentido nuestro esquema de muebles.

El sábado nos tocó una nueva visita a Ikea. En una primera ronda apuntamos los códigos de los muebles y nos fuimos al almacén a por ellos. El primer problema vino ahí, cuando vimos que era imposible mover todo. Al fin y al cabo somos dos, y no podíamos mover más de dos carritos. Mediante un sistema en el que quedó demostrado que ambos hemos jugado demasiadas horas al tetris, encajamos en los carritos un escritorio, una silla, una mesa de café, dos mesillas de noche, una cómoda, la cama, el somier y el colchón. El colchón fue quizá lo que ya desbordaba… Pero entonces llegamos al armario y determinamos que era imposible. Decidimos salir con eso. De esa forma nos quedan muebles como para no pagar extra por el envío en una siguiente tanda: el sofá, el armario, la mesa del comedor y una estantería. El plan es, si es posible, pedir estas cosas por internet, aunque tarden más en llegar, para ahorrarnos el mal trago de mover las cosas y el tiempo.

Pagamos la primera fase a una señorita que hablaba perfectamente inglés y nos desplazamos al mostrador de transporte… En el que la señorita hablaba un perfecto alemán. Mezclando un poco de francés con un poco de alemán, logramos comunicarle a donde y cuando queríamos el transporte. Si nos hemos entendido correctamente, está tarde deberían llegar los muebles. Ahora la gran duda es si me los van a subir a un cuarto sin ascensor… Atentos a sus pantallas, que la historia promete.

Al acabar con esto, comimos e hicimos una segunda ronda. En este caso compramos cosas pequeñas para la cocina: platos, vasos, cubiertos… Eso nos lo llevamos nosotros a casa, lo que implicaba un bus, un tren y un tranvía. Como todavía no habíamos muerto del todo, decidimos hacer una ronda por el centro de Berna. Parecía estar siendo altamente improductiva, pero entonces llegamos a interdiscount y nos encontramos dos ofertazas, una cafetera y un microondas al 50%. La cafetera nos interesaba mucho por ser programable, de forma que se encienda sola por las mañanas… Y es que a las 6 de la mañana poder dormir 5 min más mientras se hace el café compensa. El microondas era digital, con programas, etc… Parecía perfecto, pero entonces nos comunicaron que sólo quedaba el de exposición, ligeramente machacado. Tras poner cara de pena, el tipo nos dio el papelito para ir a otra tienda. Allá fuimos, el tipo nuevo nos decía que buffff, que tenía que ir al almacén e iba a tardar… pero nosotros ahí insistiendo, y finalmente conseguimos nuestro microondas. Una vez que todas las tiendas estaban cerradas, nos llevamos todas las adquisiciones a la casa nueva y las colocamos. Después de esto nos volvimos a la otra casa y dormimos unas 10 horas del tirón. Y es que recordemos que yo había estado toda la semana de juerga congreso en Berlín y estaba machacada…

El domingo aprovechamos para llevar algunas cosas más y repensar la ubicación de todo. Pero no podíamos dejarlo ahí… Así que aprovechamos que internet nunca cierra y fuimos a la web de Migros, una de las cadenas de supermercados suiza, y compramos un kit básico de supervivencia inicial: productos de limpieza, zumo, leche, pasta, arroz, harina, coca cola, una tostadora… Vamos, lo básico. Aprovechando que hoy entregan los muebles, pedimos que nos llevasen hoy la compra. Nos cobran 7 francos por el transporte, pero que queréis que os diga, cargan ellos y no yo, compensa.

En estos momentos me encuentro en el tren camino de Berna. Los de Ikea han dicho que vendrán a partir de las 4 y los de Migros a partir de las 5. Ambos llamarán antes para ver si estoy, y yo no voy a ser capaz de comunicarme en alemán con ellos… Así que esto promete. Habrá que ver si suben las cosas o no las suben, si consigo entenderme, etc. En parte, el resultado de hoy determinará nuestra próxima compra en Ikea. Por ahora, ya hemos planeado volver el próximo sábado a por más cosas para la cocina.

Deseadme suerte en la tarde… Prometo contar como ha acabado. Mientras tanto, iré actualizando en Twitter.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *