Nuevo brote de ébola en Guinea: del semen al entierro

Hace unos días se declaró un nuevo brote de ébola en Guinea. Sólo hemos aguantado unos meses sin brotes, pero desde luego cada vez parece que lo controlamos mejor. Cuando se detecta un caso, por muy aislado que pueda parecer, es crucial trazar todos los contactos para evitar que se produzca un brote. Obviamente, si aquí estamos hablando de brote, es que algo se escapó. En cualquier caso, cada vez se detectan los brotes antes y eso es buena señal para frenar la expansión.

Vamos a ver, qué sabemos o no del brote, y en qué momento se pifió. Esperemos que quede en los casos ya identificados y que no haya que lamentar más muertes.

El origen del primer caso

Aunque existen muchas opciones posibles, hay un claro sospechoso. El primer caso que originó el brote era una mujer cuyo marido había sufrido la enfermedad. El marido se había recuperado y las pruebas eran todas negativas, pero ya sabemos que el virus del ébola se transmite por los fluidos corporales, y varios estudios apuntan a que en virus puede permanecer durante mucho tiempo en el semen. Por eso, a aquellos pacientes que se han recuperado, se les recomienda utilizar un método anticonceptivo de barrera. Parece que no fue el caso.

La mujer empezó a mostrar síntomas compatibles y dado que su marido había pasado la enfermedad, deberían haber aislado a esa mujer desde el primer momento y haberla tratado como sospecha, pero no fue del todo así. Entre el 25 de enero que empezaron sus síntomas y su muerte el día 4 de febrero, no se había confirmado la enfermedad, aunque sí se tomaron muestras para analizarlas. Y la mujer fue enterrada sin confirmación y sin medidas especiales.

Cómo crece un brote de ébola en Guinea

Un par de días después de su muerte se confirma el positivo, y empieza el problema. Aquel contagio que se pudo dar por el semen, ahora pasa a ser muchos contagios en un entierro. Confirmado el caso, se intenta minimizar el daño, pero ya es demasiado tarde, puesto que había sido enterrada en presencia de la familia y a saber con qué clase de ritual tradicional.

Un día después de confirmar el positivo ya se habían identificado varios posibles casos más y más de un centenar de contactos. En menos de una semana dos de los contactos habían fallecido y varios se encontraban hospitalizados, y todavía no sabemos qué ocurrirá con el resto. La nota de la OMS, que muy actualizada no está en estos momentos, la podéis encontrar aquí.

Desde luego no identificar el caso como ébola (aunque no hubiese confirmación de laboratorio) fue un error. Ese entierro nunca debería haber ocurrido así, y eso habría reducido sustancialmente el número de contactos. Pero el pasado no lo podemos cambiar. ¿Qué se debe hacer ahora?

Virus causante del ébola (Cynthia Goldsmith, USCDCP en Pixnio)

Siguientes pasos con un brote activo

Aunque la prioridad en estos momentos debe ser vigilar a todos los contactos y tratarlos al primer síntoma, sería relevante identificar la cepa de ébola implicada para poder estimar la gravedad de la situación. En sí, hace no mucho, yo comentaba por aquí el problema que pueden suponer algunas cepas como la Reston.

Además, y en paralelo y con vistas a futuro, sería crítico vacunar a la población. Tenemos una vacuna contra el ébola, una vacuna que se ha mostrado efectiva, una vacuna que podría salvar vidas. Pero no se está usando al nivel que debería. Me pregunto si sólo empezaremos a usarla como locos cuando volvamos a tener casos en Europa.

¿Veis como no todo es coronavirus? Hay otros virus que nos pueden arruinar la vida. Si queréis saber más sobre otros microbios y este artículo os ha parecido interesante, deberíais plantearos apoyar mi labor de alguna de las formas aquí descritas o invitándome a un café:


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