Y finalmente está avanzando septiembre.
¿Cómo va la cosa? Va, que ya es mucho decir.
En teoría estoy instalada en mi zulocasa en Alcobendas, pero yo sigo en Santiago…
Ayer empecé el proceso de empaquetado del laboratorio. El miércoles pasado mi jefe me dijo un “qué te parece si lunes empezamos a empaquetar el labo?” Y el lunes empecé a empaquetar. Claramente era un plural mayestático…
Nunca pensé que en el zulolab pudiese haber tantas cosas. Con muchas, desde luego, me he reído. Otras eran para echarse a llorar…
– Había tres cajas de placas de cristalización, cada una con sólo 2 placas dentro (caben unas 20). Claramente alguien estaba obsesionado con abrir cajas nuevas.
– He encontrado 5 batas. Recordemos que en ese laboratorio estoy sola y que nunca uso bata. He de reconocer que una es mía. Las otras creo que son del fantasma verde.
– Organizando los falcons casi me echo a llorar. He encontrado 5 tubos de acetato de sodio 1 M pH 5.2, otros 5 de lo mismo pH 5.6, 4 de cloruro de litio 3M, 12 tubos de PEG4000 50%… etc etc. Le envié un mail a mi jefe acordándome de todos sus muertos y diciéndole que al próximo que prepararse un tubo sin mirar antes si ya lo había preparado alguien le iba a meter el tubito por…
– Encontré como 50 tubitos sin nombre. Espero que no exploten.
– Organizando las botellas de buffer, en una había un hongo de 7 cm de diámetro. Sí, lo medí. Me daba pena matarlo… Aún así, me pregunto cómo sobrevivió tanto tiempo con 1M de sal y con BME. Tenía que haberlo guardado…
Y sigo, sigo empaquetando… pero ahora viene lo divertido. Mañana por la mañana toca empaquetado, y por la tarde tetris. Vamos a meter todo lo que quepa en el Zafira de mi jefe, y jueves a primera hora salimos para Madrid. A la hora de comer esperamos estar en el CNB, y por la tarde descargar cosas. ¿Recordáis aquella tira de Bok en la que la otra ponía los libros y decía el “para mi y mis amigas”? Pues nosotros igual, a marcar territorio…
Cuanto más se acerca el día más me cuesta asumir que me voy para allí. Al principio todo me parecía maravilloso: un centro grande, más recursos, más oportunidades… pero ahora todo son dudas… ¿me adaptaré? ¿me llevaré bien con la gente? ¿tendré espacio suficiente? ¿me dejarán usar las máquinas a mi? ¿tendré morriña? ¿echaré de menos mi zulolab?
Todo esto se suma a el hecho de que @ptrigomou me abandonó se fue de estancia el viernes pasado y va a estar 3 meses en Pittsburgh. Estar sola en casa no ayuda mucho a mantener la calma ante la inminente mudanza. QUe haya 6 horas de diferencia Santiago-Pittsburgh tampoco ayuda nada. Esto implica que yo me quedaré en Madrid hasta Navidad para ahorrar… y también implicará comer de tupper (si me entero de una puta vez si tal cosa se puede hacer en mi centro). Ahorrar… eso no va a ser fácil con los precios en Madrid. Y comer tampoco va a ser fácil. Estoy pensando en meterme un queso Larsa en la maleta, por si eso…
El caso es, que en estos momentos, lo único que quiero es irme a dormir y despertarme el día de Navidad. De vacaciones en Galicia, con @ptrigomou de vuelta, perfectamente adaptada al centro nuevo y planificando viajes Santiago-Madrid cada dos semanas…
¿Qué tal me irá todo? ¿Sobreviviré al cambio a EL Consejo? Se admiten apuestas…
Deja una respuesta