¿Nos salvará la vitamina D del coronavirus?

En un reciente trabajo que se acaba de publicar en  Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, un grupo de investigadores ha analizado la correlación entre los niveles de vitamina D y la infección con SARS-CoV-2. Rápidamente se han hecho interpretaciones del artículo, así que vamos a ver qué es lo que realmente dice. El artículo, por cierto, podéis encontrarlo aquí: Vitamin D status in hospitalized patients with SARS-CoV-2 infection.

El papel de la vitamina D

Primero vamos a ver cómo hemos llegado a este punto. Muchos estudios previos han encontrado una correlación entre los niveles de vitamina D y una serie de enfermedades crónicas como la hipertensión. Muchas de esas enfermedades se encuentran además en la lista de factores de riesgo para la Covid-19. Además, en general, la población de mayor edad tiende a tener niveles más bajos de vitamina D. Normalmente, en suero se suele medir el nivel de 25-hidroxivitamina D. Este grupo de investigadores lo ha analizado en pacientes ingresados en el hospital Marqués de Valdecilla en marzo, comparando los valores con un grupo control. Hay que tener en cuenta que no es ni mucho menos el primer grupo que se fija en este parámetro. En sí, hace varios meses yo ya comenté un artículo aquí.

¿Existe correlación entre la vitamina D y el coronavirus?

Tras comparar los datos, los investigadores encontraron que los pacientes ingresados con coronavirus tenían unos niveles más bajos de vitamina D que la población control. Pero no podemos quedarnos en esa frase.

Como era esperable, teniendo en cuenta el papel que tiene la vitamina D en nuestro cuerpo, los pacientes con Covid-19 que tenían niveles más bajos de vitamina D, también tendrían a tener otras enfermedades. Principalmente tenían hipertensión o enfermedades cardiovasculares, que sabemos que son factores de riesgo. Además, observaron que los pacientes que tenían Covid-19 pero tomaban suplementos de vitamina D, parecían una progresión de la enfermedad más leve. Los que tienen niveles más altos (sin suplementar) también parece que se recuperan mejor ¿Casualidad?

Imagen de un pie al sol
Es bueno tomar (un poco) el sol

Y es que la diferencia de la que hablamos es más que notable. La media en pacientes es de 14 frente a 21 en la población sana. Es una diferencia significativa. Curiosamente, era más baja en hombres, y sabemos que a los hombres les afecta más. ¿Más casualidades? En cualquier caso eso es dar números al aire, vamos a hablar de tener deficiencia. Un 82% de los pacientes con Covid-19 tenían deficiencia de vitamina D, frente a un 47% en la población control.

Podríamos pensar que aunque el nivel bajo de vitamina D correlaciona, hay más factores. Una vez ajustados a ser hipertensos, diabéticos, fumadores, etc etc, la media en los pacientes Covid-19 sigue siendo más baja. Es decir, miremos como lo miremos, parece que los pacientes con el virus tienen sí o sí menos vitamina D en su suero.

En cambio, al analizar la progresión de la enfermedad, no hay correlación entre los niveles y la severidad de la enfermedad. ¿Curioso?

¿Qué sabemos ahora?

Sabemos, claramente, que los pacientes tienen niveles más bajos de vitamina D, al menos en ese hospital en ese momento. Aunque nos suene muy extraño cuando pensamos en el sol de España, la verdad es que en Europa un 40% de la población tiene deficiencia de vitamina D, incluso en España. Pero eso se debe a otras causas que no vamos a discutir ahora.

También sabemos, y ya sabíamos de antes, que la vitamina D tiene un papel fundamental en muchos procesos en nuestro cuerpo, incluyendo eso que comunmente se llaman “las defensas”. Eso sí, no tenemos muy claro cómo genera exactamente un efecto anti-inflamatorio, aunque muchos estudios apuntan a que existe.

Este estudio no es el primero en hacer este tipo de comparaciones, y los resultados no siempre coinciden. Previamente otro grupo comparó datos de positivos y negativos y no encontró diferencias, pero claro, ahora estamos comparando hospitalizados y sanos. Un estudio que hizo algo similar, sí encontró esa correlación. Pero para rizar un poco más el rizo, en el artículo recuerdan que hay que tener en cuenta que el propio avance de la enfermedad produce una bajada en los niveles de vitamina D, y no sabemos cuales eran antes del contagio. Pese a ello, el simple hecho de que aquellos que tomaban suplementos tuviesen una progresión ligeramente mejor, es esperanzador.

En conclusión, aunque no podemos determinar su implicación directa, cada vez es más evidente que los niveles de vitamina D son un factor más a tener en cuenta. Por una parte es imprescindible que la población mantenga unos niveles correctos para poder enfrentarse mejor a cualquier patógeno, sea el coronavirus u otro. En paralelo, también es importante valorar la posible utilidad de los suplementos de vitamina D durante el tiempo de hospitalización, ya que puede ayudar a una curación más rápida. Recordemos que una pequeña parte de la vitamina D la obtenemos de los alimentos y la mayor parte del sol. Con una exposición corta es suficiente, pero debe ser constante. Así que ya sabéis, ese rato en una ventana o ese paseo no es perder el tiempo, es por vuestra salud.

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