Hace menos de una semana yo escribía explicando por qué con gente civilizada no es necesario cancelar cosas porque si sabemos comportarnos, no nos vamos a contagiar ni contagiar a otros. Pero no sabemos comportarnos.
Pese a que se estaba pidiendo por todas partes cumplir una serie de normas básicas, la población seguía a su aire. Y no me refiero a juntarse con otra gente, me refiero a toserle encima a otra gente. No voy a analizar el caso de España porque no estaba allí, pero os puedo decir lo que había en Suiza cuando ya se había pedido evitar horas puntas y controlar las distancias: gente apelotonada, toses y estornudos en las manos, esas manos a la puerta del tranvía, más toses dentro, gente claramente enferma en su puesto de trabajo… y sabéis como hemos acabado? Con un número de casos/habitante que se está acercando mucho al de Italia.
En Suiza no estamos en cuarentena forzada, en principio todo el mundo sigue trabajando (aunque se recomienda teletrabajo) y aunque sí se ha limitado aforo, todo sigue abierto. La gente sigue por la calle. Y sí, no debería haber ningún problema si una persona sale a dar un paseo con su bici. El problema es si esa persona no cumple las medidas y, como puedo ver por la ventana de mi casa, no se cumplen. No sé ni qué decir del esperpento que viví ayer en el supermercado en el que, por la locura de la gente, es evidente que van a tener que controlar el aforo. Con un poco de suerte espero que todo el mundo tenga suficiente papel higiénico y paquetes de pasta para tres años y en los próximos días pueda ir a comprar de una forma civilizada.
Yo por ahora me quedo en casa, y mientras me quede en casa, además de trabajar desde aquí, intentaré ofrecer algunos contenidos extra para aquellos que os aburrís, de forma que yo también me mantenga distraída. No entiendo muy bien el agobio por estar en casa, pero bueno. Que sí, que es una putada no salir a dar un paseo sobretodo cuando hace buen tiempo fuera, pero… ¿es tan horrible? Si se puede salir a comprar las cosas que se necesitan, pues os entretenéis en casa. No se puede ir al gimnasio, pero se pueden hacer un montón de cosas en casa. Y os recuerdo que la mayoría todavía tenéis que trabajar, aunque sea en remoto. Yo la verdad es que no me veo con tantísimo tiempo libre… y espero que no sea esto tan horrible como pueda parecer. Quizá es porque siempre he sido una persona más casera y, aunque me gusten las actividades al aire libre, eso siempre haya sido una parte pequeña. O quizá es por haber crecido en un sitio en el que llovía mucho.
Aunque este post no lo voy a meter en ella porque es repetir mil veces lo mismo, los que me leéis podéis suscribiros a mi newsletter en https://karmegd.substack.com/ y recibiréis además de los enlaces a lo que vaya publicando, una recopilación de otros enlaces para que esto sea más llevadero. Mientras tanto, yo voy a empezar comentando un libro que nos viene al pelo… atentos al próximo post!
Deja una respuesta