No estás nunca solo

Aquellos que me conocen saben que a veces tengo cierto comportamiento errático, porque aunque limpio con mucho esmero mi casa (y especialmente mi lugar de trabajo), también soy bastante descuidada cuando hablamos de los bichos que yo considero “normales”. Aunque en la cocina intente eliminar todas las posibles bacterias que puedan hacerme daño, vivo muy tranquila sabiendo que en mi piel viven millones de bichos, y tranquilamente convivo con diferentes insectos que, sobretodo en verano, entran y salen por ventanas abiertas, dejando que las arañas campen a sus anchas por toda la casa.

Dado ese comportamiento, descubrir la existencia de Never home alone hizo que entrase directo a mi lista de lectura (aunque tardó demasiado en ser leído). En este libro se hace un repaso detallado de los “bichos” que hay en nuestras casas: bacterias, hongos, insectos… y también de cómo afectan a nuestras vidas.

Que nadie vuelva a decir que vive solo

Como tampoco os voy a narrar punto por punto el libro porque os recomiendo (mucho muchísimo) que lo leáis vosotros, voy a destacar dos puntos críticos para que veáis la importancia de los bichos que viven con nosotros. El primer punto que llamó especialmente mi atención (porque nunca había pensado en ello en detalle) es la presencia de un tipo de hongos particulares en la alcachofa de nuestras duchas. ¿Sabías lo mucho que afecta el sistema de potabilización a lo que luego crece en la alcachofa de nuestra ducha? ¿Os habíais planteado que eso puede afectarnos? Yo ahora miro mi ducha con otros ojos.

El otro punto que me ha gustado mucho es la historia de los diferentes microorganismos que se encuentran en la masa madre que hacen diferentes panaderos, aunque usen los mismos ingredientes, porque llegan o bien porque están en su casa o porque están en sus manos, y cómo las manos de un panadero tienen bichos distintos a las de otras personas. También voy a mirar el pan con masa madre con otros ojos.

Pero sin duda, lo que más me ha marcado es que, después de leer todo el libro sin alterarme en absoluto, estando totalmente tranquila pensando en todos esos bichos que viven conmigo, al final, en la última página, llegó el golpe duro: las manos de una persona llevan en ellas lo que hace en su trabajo. Lo sé, siempre lo supe, pero eso no quitó que de forma irracional fuese a lavarme las manos. Eso sí, con agua y jabón, que quiero cuidar a las bacterias buenas y eliminar solo las malas. Mis bacterias son mías y de nadie más.

Si queréis leerlo (que yo sé que queréis), lo malo es que tendréis que hacerlo en inglés porque por alguna razón que no acabo de comprender, no se ha traducido a español. Aquí tenéis el enlace a Amazon para que me ayudéis a mi a comprarme mi siguiente lectura: Never Home Alone: From Microbes to Millipedes, Camel Crickets, and Honeybees, the Natural History of Where We Live


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *