Dicen que es lo que tienen los procastinadores, que dejan todo para el último momento. A mi algo me debe fallar en esto del GTD, porque ahora me encuentro en una situación de dilema existencial.
Resulta que yo, hoy tenía que ponerme con la fig4 del “putocapítulo”, cosa que tenía perfectamente planificada. Pero me ha salido la jugada mal, y me he dado cuenta que había algo más importante en mi lista de tareas que no había hecho. Mañana me voy a un congreso, en el que el miércoles tengo que dar una charla. Sé que tengo que dar esa charla más o menos desde mediados de abril. ¿Sabéis quién no ha preparado su charla? Exacto.
Lo peor de todo es que además de no preparar la charla, son las diez y pico y tampoco he hecho la puta figura. Asco de vida. Me he liado con cualquier otra cosa y se me ha pasado el tiempo. Y claro, podría quedarme por la noche… pero mañana tengo que salir para Atocha a las 8, y no quiero acabar como la última vez entrando en el AVE justo en el minuto en el que se cierran las puertas en modo @bydiox (yo sé que algunos me entendéis.
¿Qué hacer? Aprender del error y añadir al plan para el nuevo curso un punto que implique que, las tareas a largo plazo e importantes, tengo que ponérmelas con un deadline de al menos una semana antes. Demasiadas cosas para el plan del nuevo curso!
En fin, lo dicho, que si alguien se topa mañana con una tía con su Mac haciendo una presentación sobre fagos en el AVE a Sevilla, saludadme 🙂
Deja una respuesta