Estaba yo ahora leyendo un artículo y al leer una frase he pensado “pues Fulanito decía lo contrario”. Entonces me he parado a pensar, y hace más de un mes que el paper de Fulanito pasó por mis manos (quizá más de dos, el tiempo en mi vida es un poco relativo). Con eso se me fue la cabeza a pensar que mi sistema de lectura y análisis funciona. Y me puse a pensar que debería escribir sobre ello… Acabé el artículo con el proceso correcto, y aquí estoy. He revisado lo que escribí la última vez que hablé de esto y veo que el sistema es robusto y todavía se parece a aquello… pero que he actualizado algunas cosas, así que vamos con la actualización.
En el momento de la vida en el que estoy, por razones que ahora no vienen a cuento, tengo que leer muchos artículos, estar al día en algunos temas, y actualizarme en otros. Esto hace que la pila de trabajo sea inmensa, y me ha hecho mejorar mi sistema anterior para asegurarme de que todo funciona. Para poder describirlo sin tener que entrar en detalles de mi investigación en particular, vamos a pensar que por alguna razón, quiero leer sobre… dengue. Por poner un ejemplo.
Lo primero es irme a PubMed. Si busco “dengue” salen más de 11000 resultados, y es obvio que no me voy a leer todos. Si busco que sean reviews ya bajamos a 1200, que es un número más asumible. Los ordeno por fecha y voy ojeando los títulos de los más recientes. Todo lo que me parezca que pueda ser útil por título, lo selecciono y lo añado a una colección, a la que podemos llamar “artículos dengue a revisar”. Me vuelvo a la lista de 11000 y hago lo mismo, ahora centrándome sólo en los artículos que se hayan publicado durante el último año o 5 años si es un tema menos caliente. Con eso he generado una lista de trabajo. Creo una alerta con las búsquedas que me han resultado útiles, así no tendré que volver a hacerlo manualmente.
Voy a la colección y voy abriendo poco a poco el abstract de todos ellos. Si me siguen pareciendo interesantes, descargo el pdf del artículo. Si no me parecen interesantes, los descarto. Según los proceso, los elimino de la colección, de forma que esa colección sirva para tener sólo los pendientes.
Al descargar los pdf, los selecciono todos y los arrastro sobre el icono de Mendeley, que tengo siempre en el Dock. Así se añaden a mi colección y se copian en la carpeta de Papers de mi Dropbox, renombrándose con Autor-Año-Título. En Mendeley no tengo ningún otro sistema para ordenarlos, van a lo bruto. Mendeley me sirve para otras cosas, pero a eso iremos después.
Cuando el pdf se ha colocado en la carpeta correcta, tengo una orden en IFTTT que dice que si se añade un fichero, cree una tarea en mi Todoist que diga Leer “nombrefichero”. Todoist sigue siendo mi gestor de tareas favorito. Ahora sé que tengo que leer ese artículo. Si he añadido varios, como puede ser el caso al empezar a investigar un tema nuevo, me voy a Todoist y les asigno un vencimiento razonable, espaciando en el tiempo las lecturas. Los menos relevantes los dejo como reserva sin fecha de vencimiento.
Cuando llega el momento de leer, abro dos aplicaciones, la de lectura de pdf (Adobe Reader en el ordenador o Documents en el iPad) y OneNote. En el pdf subrayo lo que me parece más relevante y en OneNote creo una nota nueva (si lo creo oportuno) en la que añado imágenes del paper si creo que me pueden ser de utilidad, un párrafo que me parece destacable, y lo más importante: mis notas personales, con mis palabras, sobre lo que yo considero relevante del artículo. Si sobre la marcha se me ocurre que quiero buscar algo, me lo apunto en Todoist para hacerlo en otro momento.
Cuando acabo con un artículo, si tiene referencias que quiero consultar, las busco en PubMed y las incluyo en dos clics en mi colección para la revisión. Marco como leído el artículo en Mendeley y ahí se queda listo para citarlo si se da el caso. A veces miro los artículos relacionados según Mendeley, pero no suele aportarme mucho.
Así, cada día tengo claro qué artículos tengo en cola, y no tengo que ponerme a dar vueltas buscando nada. La carpeta de Dropbox está sincronizada para poder acceder offline desde el iPad, así que no hay excusa que valga.
Cuando me llegan mails de las alertas, de un vistazo rápido decido si quiero añadir alguno de los artículos a mi colección para revisar, y si es el caso lo hago en el momento, incluso desde el móvil. Si hay algún artículo muy trascendental, obviamente lo miro en el momento, pero casi todos pueden esperar.
Una vez a la semana, reviso las notas más recientes en mi OneNote para ver si tienen sentido, porque a veces algo parece claro cuando lo escribes y dos días después ya no lo entiendes. Viéndolas con perspectiva, me suele ayudar para revisar ideas y conceptos, y me ayuda a descubrir cosas nuevas que quiero consultar para aclarar. Cuando doy por válidas las lecturas de la semana anterior, busco lo que haya surgido durante la revisión y proceso también la colección en PubMed, descargando lo necesario y volviendo a empezar el ciclo. Cuando haya descargado todo y esté en su sitio, reorganizo las lecturas en Todoist para la semana siguiente en función del tiempo disponible.
Cuando leo un artículo me centro primero en el abstract y la discusión. Dependiendo del tema, presto mucha atención a la introducción, sobretodo cuando son cosas nuevas. Luego miro las figuras y los resultados, y sólo cuando me interesa por algo en particular, analizo los métodos. En un artículo medio, esto lleva entre 30-60 minutos. Si lo estoy analizando en detalle, puede llevar varias horas, si ojeo sólo algo en particular (por ejemplo, cuando quiero citar algo de ese artículo y antes de hacerlo quiero comprobarlo), lleva 15 minutos. Como es difícil calcularlo, yo asigno entre 2-3 artículos a cada día, y 1-2 horas diarias para lectura. Si no me da tiempo, pospongo lo que sea y en la siguiente revisión de tareas lo reorganizo según lo que haya retrasado. Si me sobra tiempo, adelanto artículos de días posteriores o me voy a los que no tienen fecha asignada.
En estos momentos, para que os hagáis una idea, tengo unas 50 tareas en la carpeta de artículos de Todoist, y unos 100 extra en Mendeley sin leer que vienen de antes de implementar el sistema de tareas, y que probablemente nunca leeré. Hay semanas que en mi revisión añado 40 artículos nuevos y semanas en las que no añado ninguno, con todo, mantengo un buen ritmo de procesado de información. Sé que parece una burrada, pero no me queda más remedio.
A todo esto, a los artículos publicados en fuentes tradicionales, hace meses que he sumado los artículos publicados en bioRxiv, porque es una buena forma de ir por delante de las publicaciones “oficiales”. Cuando el artículo salta en PubMed me lo sigo descargando, pero sólo lo ojeo para ver qué ha cambiado durante la revisión.
Hagamos unas cuentas rápidas… la velocidad media de lectura son unas 200 palabras por minuto (en un texto complejo). Un artículo tiene, de media, unas 5000 palabras. Esto nos daría 25 minutos, que tiene lógica. Vamos a redondear a media hora. Un libro de tamaño medio, de los que me leía yo, tiene unas 100.000 palabras (se dice que entre 60.000 y 200.000). 500 minutos por libro. Son algo más de 8 horas, pero vamos a dejarlo en 8, porque un libro se lee más rápido que un artículo. Volvamos a los artículos, si ponemos 3 por día y dejamos fuera fines de semana, salen a 15 a la semana. Eso son 450 minutos… que es casi lo que salía por libro.
Conclusión: que no voy a cumplir mi objetivo del año de leer libros, pero que aquí queda la prueba de que el número de artículos leídos equivale a haber leído un libro a la semana.
Nota: @pjorge (que sabe de ésto) me hizo las cuentas y esto salía a más, pero claro, no todas las semanas leo una media de 3 al día… así que lo vamos a dejar así para no abusar.
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