Como sucesión lógica a mi post anterior sobre Mi dieta cojea, era obvio que pasado un tiempo me leyese la continuación, Mi dieta ya no cojea.
Comparando, creo que la primera parte es un libro que destaca mitos y cosas así y que se lee bien en ratos libres, pero he de decir que con la segunda parte no es así. Porque claro, yo en la primera parte afirmaba mucho con la cabeza mientras leía pero tampoco se me estaba contando nada que fuese nuevo para mi. En la segunda parte se acumulan muchísimos consejos y aunque muchos no eran nuevos, más de una vez me sentía tentada a levantarme y apuntar la idea, porque por mucho que sepamos comer “bien” a veces las ideas no sobran.
Aunque suelo leer esta clase de libros más por comentarlos que por lo que me puedan aportar, en este caso tengo que reconocer que me he equivocado, porque sí me ha aportado mucho. Digo mucho eso de que leo a “divulgadores” porque aunque lo que divulguen quizá yo ya lo sé, quiero aprender de su faceta de comunicadores. Pues me alegro mucho de haber intentado aprender de Aitor, porque no sólo he aprendido de su capacidad para comunicar, cosa en la que sé que destaca desde hace mucho tiempo, pero también he intentado recopilar ideas para que mi dieta, en este caso, cojee un poco menos. Porque algo cojea, como la de todos… que todos, por mucho que nos esforzamos, cometemos errores de vez en cuando. Aunque sean pequeñitos. Y no me refiero a eso de un día es un día una vez cada seis meses, me refiero a ese detalle que repetimos insistentemente cada semana, pero que es poca cosa y afectará poco. Pero algo afecta. Al menos soy consciente de que mi dieta sí cojea, que creo que es el primer paso. Y poco a poco intento arreglarlo. Y ahora, con nuevas ideas, podré darle un empujón más.
Si queréis hacerle un favor a alguien y ayudarle a cumplir su propósito de mejorar su dieta en enero, os recomiendo que le regaléis este libro por Navidad. Si queréis además ayudar a que yo pueda comprarme más, os recomiendo que lo compréis haciendo clic aquí: Mi dieta ya no cojea. Si además queréis que aprenda sobre mitos, deberíais incluir también la primera parte: Mi dieta cojea. Ojalá todos los libros que leo para comentar fuesen tan agradables como estos… Para que os hagáis una idea, la segunda parte me duró menos de 24 h, porque cuando algo te engancha… te engancha.
Deja una respuesta