Los que seguís este blog desde el principio de los tiempos sabéis que mi vida se ha cruzado en varias ocasiones con la de Margarita Salas. Margarita nos dejó, y en el mismo año yo me he quedado sin dos de esas personas que veía como ejemplos, al menos en algunas cosas.
Me he quedado con muy mal cuerpo porque la última vez que la nombré antes de su muerte fue para criticarla por su defensa de López Otín. Pero hubo momentos muy buenos antes. Por ello decidí dedicarle un capítulo de Bacteriófagos y en lugar de volver a contar aquí todo os lo enlazo y os recomiendo escucharlo.
Para los que os animéis aquí os dejo el enlace, y así de paso veis lo que estoy haciendo en esa otra parte de mi vida…
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