Aunque mucho se ha hablado de otros límites de edad cuando se estaban estableciendo para decidir qué vacuna usar en cada caso, la realidad es que poco importa si se tienen 54, 56, 61 o 66. A esas edades la respuesta es similar. Pero si analizamos las gráficas que representan a todas esas personas que hemos perdido en los últimos meses, podemos ver que claramente hay un pico en mayores de 80 años. ¿Qué pasará con la vacuna en esos casos? ¿Funciona peor la vacuna en mayores de 80?
Se han hecho pocos estudios de vacunas con población de más de 80 años, pero con el auge de las variantes con las que las vacunas pierden algo de eficacia, es fundamental saber cual es la respuesta en este grupo poblacional. Aunque se diga poco, y aunque duela mucho decirlo, sigue siendo el grupo en el que perdemos a más personas, incluso vacunados.
Análisis de la respuesta a Pfizer
No es que yo tenga una pasión especial por la vacuna de Pfizer, aunque sea una de las que yo tengo en mi cuerpo. Es que la gente de Pfizer parece tener más interés en publicar artículos sobre los análisis que van realizando, y en colocarlos de forma más visible. En este caso, lo que han analizado es la respuesta de los mayores de 80 a la vacuna, analizando su capacidad de neutralización del virus, de las variantes principales en el momento del estudio (alfa, beta y gamma), y también midiendo los niveles de anticuerpos.
Aunque se ha recomendado que la vacuna de Pfizer se administre en dos dosis separadas de 21 días, la propia empresa aclara que esos 21 días son laxos. La segunda dosis no se debe poner antes de tiempo, pero esos 21 días se pueden extender hasta casi el doble sin salirse del protocolo. En algunos casos se ha extendido incluso más, cuando las personas que la tenían que recibir no estaban en condiciones. Lo que sabemos es que la primera dosis genera una respuesta de forma bastante rápida pero incompleta, y administrando la segunda dosis permite alcanzar niveles de eficacia medios de más del 90%, y en cualquier caso capacidad para neutralizar el virus.
La diferencia se ve en la dosis
Una de las conclusiones principales del estudio es que retrasar la segunda dosis suena muy interesante, pero para los mayores de 80 la vacuna debe ir completa lo antes posible, dentro del plazo normal. Esto se debe a que según sus análisis, la mitad de las personas analizadas no era capaz de neutralizar el virus tras su primera dosis. En algunos casos sí existían anticuerpos capaces de unirse al virus, pero no se neutralizaba. Recordemos que la inmunidad es algo más complejo que los anticuerpos y ya. En la respuesta celular también se observa una correlación con la edad, aunque la respuesta observada con una dosis podría ser suficiente para limitar la progresión de la enfermedad, aunque haya fallado la protección contra la infección inicial.
Si además se analiza la capacidad para neutralizar las variantes, el efecto es todavía más visible, ya que al ser una capacidad ya reducida de base, se pierde todavía más cuando estamos intentando neutralizar las variantes alfa, beta o gamma, aunque a diferentes niveles. Todo esto apunta a la necesidad de esa segunda dosis.

Con la segunda quedan bien… por ahora
La parte positiva del estudio es que tras la segunda dosis de la vacuna, se observa una respuesta más generalizada, incluso en aquellas personas que eran incapaces de neutralizar virus tras la primera dosis. Se detectan anticuerpos de unión, neutralizantes, células T preparadas para responder… pero eso con lo que se hizo el estudio.
Por otra parte, una vez que se alcanza un nivel en el que se puede inducir la respuesta, parece que aguanta en el tiempo. No se ve que decaiga rápidamente ni nada por el estilo, aunque es esperable que no se mantenga hasta el infinito. Lo esperable sería que el recuento de anticuerpos bajase, pero no la capacidad para generarlos.
¿Tercera vacuna para mayores de 80?
El caso es que aunque según este estudio la segunda dosis es suficiente, todos somos conscientes de que desde aquel momento, tenemos más variantes. Variantes que escapan más, y que escapan ya en jóvenes con solo una dosis, no solo en mayores de 80. Por eso quizá no sería tan loco añadir una dosis más para aquellos en mayor riesgo.
Para gran parte de la población dos dosis serán suficientes, pero para aquellos que con dos no tienen una respuesta tan alta, aquellos más vulnerables a las variantes, quizá en ese grupo sí sea necesaria una tercera. No hay que descartar una tercera dosis para mayores de 80. Personalmente, espero que si nos decidimos por una tercera dosis, se aproveche y se mejore la vacuna para orientar la secuencia a las nuevas variantes, así al menos aprovechamos más el pinchazo.
Si queréis leer el artículo podéis encontrarlo aquí: Age-related immune response heterogeneity to SARS-CoV-2 vaccine BNT162b2
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