Lidiar con el jefe

Hace un tiempo, cuando pedi ideas sobre temas, alguien me preguntó por el tema de no matarse con el jefe (director de tesis, entiéndase). Sinceramente, y tras haber pensado en ello un tiempo, no tengo muy claro qué decir. Cada jefe en mi vida ha sido un mundo. He tenido al jefe cabrón, al jefe que pasaba de todo, al jefe que era un amor, al jefe de manicomio… y con cada uno la relación ha sido (y es) un universo diferente.

Supongo que con la experiencia de haber dado con gente tan diferente, una idea general tengo. Creo que lo importante es que puedas clasificar a tu jefe lo antes posible, y que no te equivoques. Una vez que lo tienes clasificado ya puedes decidir qué quieres hacer con tu vida, y si realmente lo quieres como jefe. Por la experiencia, creo que el peor es el loco. Si tienes un jefe cabrón y lo sabes, puedes planificar tu vida de forma que se las devuelvas. En general, el jefe cabrón te hace tantas putadas que poco puede hacer si tu le haces alguna. El jefe que pasa de todo… simplemente lo ignoras, y te autodiriges tu tesis. Con el jefe que es un amor tendrás altibajos, pero esas cosas siempre se solucionan rápido. Pero el loco. El loco es lo peor, porque nunca sabes qué va a hacer. Viene con una sonrisa a ti y no sabes si está contento o si te quiere matar. Un día te dice una cosa y al día siguiente lo opuesto. Nunca recuerda lo que habéis hablado si ha cambiado de opinión. Y por supuesto, juntará lo peor de los otros tipos de gente.

Conozco combinaciones de lo más extrañas… como por ejemplo: “pasa de todo y un día se vuelve loca” o “era un amor hasta que casi se queda sin proyecto y se convirtió en un cabrón”, etc etc. Las combinaciones son malas. Son siempre malas, mires como lo mires.

Por supuesto, el día de tu entrevista no vas a acertar. Quizá si llevas ya unos cuantos (proyectos, master, etc etc), entonces puede que te hagas una idea, pero en general, cualquiera te va a mentir. Piensa que si tú le estás mintiendo en algo (aunque sea algo muy pequeño e irrelevante), probablemente él también lo haga. No te fíes.

Una de las formas de poder aclarar un poco tu cabeza es hablar con el resto del grupo, si es que hay resto del grupo. Si te dice que no puedes hablar con ellos por X… no vayas a ese laboratorio, oculta algo. Si hablas con ellos, intenta hacerlo por separado o en grupos pequeños. Por separado les puedes hacer a todos las mismas preguntas… y si te contestan todos exactamente lo mismo, no vayas. Por ejemplo, si preguntas si hacen algo juntos fuera del lab (que no tienen por qué hacerlo, pero todos suelen decir que si para quedar de que molan) y todos dicen que “si si, por ejemplo, en verano hicimos una barbacoa, pero hacemos muchas cosas”… pues asume que eso es lo único que han hecho y te están mintiendo. Lo normal seria que se les ocurriesen ejemplos diferentes. Lo mismo describiendo al jefe, el ambiente, etc etc. Es habitual que cuando por alguna razón tienes quejas de tu jefe, pactes la historia con tus compañeros de cara a un entrevistado. Y lo digo porque lo he hecho. Si están en grupo, analiza si se miran mucho entre ellos, que eso suele ser señal de que han pactado versión, y solo analizan que no haya un esquirol.

Asume que nadie, jamás, te va a decir cosas malas. Tienes que quedarte con las cosas buenas que te dicen, intentar adivinar las malas, y rezar. Luego cuando llegue el momento tendrás que tener sangre fría y poner las cartas sobre la mesa antes de empezar a trabajar. Dile cuales son tus planes de trabajo. Si no te fías, hazlo por mail. Pactad una estrategia, y sobretodo hablad de los riesgos del proyecto y que hacer si no sale. Aquí, si el jefe es de los locos, vais a tener un problemón, porque luego va a decir que no recuerda haber hablado de tal cosa. Pero con el resto suele funcionar.

Intentad siempre ceñiros a lo que os corresponde. Si hacéis más, que sea por vosotros y no por la presión del jefe. No lo acostumbréis mal. Decidle que no vais a ir los fines de semana y, si lo hacéis, no digáis nada. Con el paso del tiempo vuestro jefe, sea del tipo que sea, sabrá quien vale la pena y quien no, y eso no depende de ir a decirle que has estado allí el domingo, depende de que trabajes bien, y punto. Os puedo decir que he estado muchos fines de semana en el laboratorio, pero siempre por iniciativa propia y porque por alguna razón prefería trabajar esos días (menos saturación en las maquinas, por ejemplo), pero también os puedo decir que quienes mas alargan la jornada laboral suelen ser los que mas procrastinan. Porque si tu trabajas sin parar 8 horas, cuando te sientas mueres y punto. Vale, si has descansado un poco a la hora de comer igual aguantas algo más… pero llegará el fin de semana y necesitarás dormir, hacer la compra, limpiar, lo que sea. No necesitas ir a trabajar a no ser que no hayas trabajado al máximo por la semana. Y no digo que no lo hagáis… que yo tengo escondida en mi una procrastinadora nata de esas que dicen que ahora puedo ponerme a X (forma que sea de perder el tiempo) porque luego ya eso lo hago después y si tal el sábado lo otro. Es vuestra elección en que orden queréis trabajar: del tirón 9 horas… o 14 con pausas.

Los jefes suelen preferir las 14 horas con pausas, en general porque no son conscientes de las pausas. Porque los engañas… porque cierras Facebook cuando se acercan. Porque tú no usas redes sociales. Tú estabas muy centrado reflexionando en tu experimento, en el que llevas 3 horas pensando aunque sea mezclar 4 cosas de la misma forma que ayer. Creedme, el buen jefe es el que sí se da cuenta, el que reconoce que el también pierde el tiempo de vez en cuando, o el que también se va “pronto” a casa. Es aquel que acaba siendo tu amigo en Facebook o tu follower en Twitter, y que no te preocupa porque no le tienes que ocultar que pierdes el tiempo de vez en cuando, que tu cerebro también necesita un descanso.

Todo este rollo ha sido patrocinado por haber vuelto a escuchar la historia de alguien que tenia un jefe que en teoría molaba, lo agregó en Facebook y ahora que el jefe se ha vuelto loco no sabe como deshacerse de él sin crear un drama en su “amistad”. Es más o menos el rollo que le he soltado a él, pero parece que en su cabeza ya no entran razonamientos y sólo queda lugar para ideas violentas. Así que ojo, pensadlo bien antes de compartir vuestras redes sociales con vuestros jefes!


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