Hace ya un tiempo escribí sobre mi flujo de lectura de artículos científicos en la vida diaria. El caso es que recientemente, debido a la cantidad de artículos publicados sobre el coronavirus, mi flujo se ha alterado ligeramente. Además, mi actividad ha cambiado ligeramente (y más que cambiará) y mis intereses ya no son los mismos.
Dada la situación, y también por las numerosas consultas tanto sobre el post previo como sobre el cómo me las apaño ahora con tanto artículo, he decidido que tocaba hacer una versión renovada, que viene siendo más o menos lo mismo, pero con algunos toques más novedosos. Vamos a dividir el flujo de trabajo en tres fases: la búsqueda, el mantenimiento de la base de datos, y la lectura.
La búsqueda
Aunque en el pasado utilizaba frecuentemente las alertas de Pubmed para mantenerme informada sobre los temas que me interesaban, en estos momentos eso ya no es suficiente. Los artículos tardan demasiado en llegar allí. Ahora utilizo ResearcherApp. Aunque tiene versión web, lo que utilizo a diario es la aplicación móvil, de forma que cada mañana, con mi café en la mano, pueda revisar lo que ha ocurrido en las últimas horas. Tengo varios filtros para palabras clave y además, reviso frecuentemente los temas más calientes en varias disciplinas.

Cada vez que encuentro un artículo que me puede resultar interesante, analizo su abstract y, si realmente creo que vale la pena leerlo, lo guardo. Al guardarlo, automáticamente se añade a mi Zotero, al que iremos en la segunda fase.
Además, a lo largo del día, si encuentro artículos que me resulten interesantes, voy añadiéndolos a Zotero directamente desde mi Chrome con una extensión, sin añadir capturas de la web ni nada, simplemente creando una nueva entrada. Cuando falla (a veces falla), simplemente copio el DOI y lo añado manualmente a Zotero, para que se quede ahí hasta el siguiente paso.
El mantenimiento de la base de datos
Para poder leer de una forma organizada y después poder encontrar lo leído, es imprescindible tener todo en su sitio. Para ello, cada 3 días (más o menos) me toca dedicar 5 minutos a poner cada pdf donde debe estar. En Zotero, voy seleccionando todas las cosas que he ido guardando, abro el enlace y descargo el pdf en una carpeta de Dropbox llamada Papers. No les cambio el nombre ni nada, sólo pongo los pdf ahí.
A continuación, selecciono la opción de Añadir link a fichero y añado todos los nuevos pdf. Así se quedan en la carpeta en la que están. Como se han duplicado entradas, las uno a las previas (que normalmente tenían más info de los metadatos). Selecciono todas las entradas (una vez unidas con las previas) y con el botón derecho busco la opción de renombrar los ficheros adjuntos. Ahora todos mis pdf tienen como nombre el autor, año y título del artículo. Por último, pongo etiquetas. Para las etiquetas utilizo el addon Zutilo, que permite hacer acciones en bloque. Básicamente, a todo lo nuevo le pongo que “pendiente” y si lo veo claro en el momento, alguna etiqueta más (covid, newsletter, etc, dependiendo del objetivo de ese artículo).
En el pasado esto lo tenía unido a mi gestor de tareas, pero ahora he roto esa unión, porque añado demasiados artículos y no todos son para leer de forma inmediata. Muchos además son referencias que añado mientras estoy buscando información mientras escribo aquí o en la newsletter, y no quiero ese agobio de exceso de tareas. Eso no quita que, cuando considero que es algo importante, no me vaya corriendo a apuntar “leer X”.

En esta captura de pantalla se ven algunos de mis artículos pendientes de lectura. El punto azul indica que tienen un pdf, como el primero, que tiene el símbolo de que está enlazado. Además de otras columnas que he quitado de la captura, tengo esa muy importante de PubPeer, que me dice si el paper en cuestión está creando, digamos… controversia.
La lectura de artículos científicos
Desde el MacBook, leo los papers haciendo directamente clic sobre el icono del pdf, que me abrirá mi lector de pdf en el que puedo anotar. Pero eso no lo hago prácticamente nunca para leer, aunque sí para consultar después. Por ejemplo, eso es lo que hago cuando vuelvo a abrir un artículo que ya he leído y tengo marcado con la etiqueta de newsletter, porque quiero comentarlo en una. En ese caso voy a pantalla partida, para poder visualizar el artículo y lo que escribo simultáneamente.
La mayor parte de los artículos los leo en el iPad. Y en el iPad no uso ninguna app para Zotero. Ahí lo que hago es buscar el autor del artículo en la web de Zotero (o seleccionar qué quiero leer) y a continuación buscar el pdf en la carpeta que tengo sincronizada. A la carpeta accedo desde Documents (by Reedle).

En el ejemplo de esta captura, simplemente busqué “Braun” para localizar el artículo. Una vez abierto, con el Apple Pencil puedo subrayar, anotar, dibujar, garabatear, insultar a los autores cuando corresponde… todas esas cosas. Y cuando cierro el pdf, se sincroniza todo y ya puedo abrirlo en el MacBook cuando quiera.
Soy consciente de que el método podría ser mucho más automático, pero en estos momentos me funciona. Aunque he presentado un flujo en tres pasos, muchas veces hago todo del tirón porque quiero leer algo en el momento, otras veces ojeo directamente artículos en la web, y mil cosas que rompen la higiene del sistema que hacen que cuando quiero volver a un artículo, a veces me cueste. Pero sin duda, a grandes rasgos, el sistema me funciona. Y me permite tener los artículos siempre disponibles, incluso cuando me muevo en zonas con poca cobertura.
Ahora sólo me faltaría que alguien hiciese algo que preseleccionase mejor qué es lo que debo leer, porque creo que es mi punto débil. Con decenas de artículos cada día sobre el coronavirus (entre mis fuentes incluyo también bioRxiv y medRxiv), es muy difícil juzgar sólo en base a un abstract. Pero es lo que tenemos. Ya vendrán tiempos más calmados para la lectura.
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