El tema de hoy se aleja un poco de los temas habituales. Vale que es cierto que hablamos de bacterias, pero fuera del contexto en el que yo me siento cómoda. Porque a mi habladme de bacterias haciendo cosas de bacterias, pero ya cuando hablamos de lo que hace nuestro cuerpo con las bacterias… ahí para mi empieza otro mundo. Hoy voy a comentar un tema de un artículo que se acaba de publicar en Nature, que habla de las bacterias presentes en los tumores. Concretamente, en los melanomas. Lo que venimos llamando cuando generalizamos mucho cáncer de piel. Que no es así, pero de eso ya hablaremos otro día.
Como el artículo no tiene nada que ver con el coronavirus ni con un tema muy hot, las cosas han seguido sus tiempos habituales y no esos a los que nos estamos acostumbrando recientemente. El artículo se publicó en la web de Nature el 17 de Marzo de 2021, pero llevaba desde noviembre de 2019 en revisión. A Shelly y Adi, que comparten el primer puesto en la autoría, les ha dado tiempo a mil cosas en medio. Quizá hasta a irse a otros laboratorios… a saber. El artículo lo podéis encontrar aquí: Identification of bacteria-derived HLA-bound peptides in melanoma
Bacterias en el lugar más inesperado
Antes de explicar los resultados del artículo en cuestión, tenemos que recordar que tenemos bacterias hasta en los lugares en los que no esperaríamos encontrarlas. Aunque a estas alturas de la historia todo el mundo tiene más o menos claro que en el intestino hay muchas bacterias, a veces no queda del todo claro su papel en el resto. Tenemos bacterias en la boca. ¡Muchas! Y también tenemos muchas bacterias en la piel. Esas bacterias forman parte de nuestra microbiota normal. Aunque en ocasiones se nos pueden revelar, las necesitamos.
Además de los sitios esos en los que nos suele constar, podemos encontrar bacterias en otras partes del cuerpo en las que no siempre entendemos su función. Y para rizar el rizo un poco más, a veces tenemos bacterias en un sitio pero están afectando a otro. Por ejemplo, nos consta que algunas bacterias en nuestro intestino afectan en nuestro cerebro. Sí, siempre podrás decir que no es culpa tuya, que eres así por culpa de tus bacterias, lo cual es más o menos cierto.
Hoy vamos a ver qué pasa con las bacterias que se encuentran en los melanomas, porque desde hace ya un tiempo sabemos que uno de los sitios en los que se encuentran bacterias es en los tumores… y algo harán.
Tipos de bacterias en los melanomas
No vale con decir “tenemos bacterias” y ya está, obviamente. Por eso el primer paso para estudiar qué es lo que está pasando es identificar qué bacterias están presentes. Los investigadores encontraron bacterias de varias especies, pero digamos que más o menos dentro de lo esperable. Los géneros destacados son Acinetobacter, Actinomyces, Corynebacterium, Enterobacter y Streptococcus. Si me escucháis en Bacteriófagos, muchas serán viejas conocidas.
Dados los conocimientos previos, por otras publicaciones, lo que interesaba a los autores del trabajo era estudiar el papel de estas bacterias junto al sistema HLA. En un momento explico lo del HLA, pero primero vamos a decir que sí, que la interacción existe. Analizando en detalle los péptidos presentes (fragmentos de proteínas), encontraron que hay algunos que están presentes en varios tumores en la misma persona, o en el mismo tipo de tumor en personas diferentes, y que se unen a esto del HLA. Y eso es importante, aunque todavía no sabemos cómo.
El HLA, de tumores a transplantes
Cuando estudiaba me decían que el HLA era el complejo mayor de histocompatibilidad que tenemos nosotros. Eso me dejaba igual de perdida que antes. Ahora entiendo a que se debe, y esto de la histocompatibilidad quizá os haga ver por dónde va el título de la sección.
HLA quiere decir “antígeno leucocitario humano”, y son una serie de proteínas que permiten que nuestro cuerpo sepa qué es nuestro y qué es de fuera. Es ese código de barras que hay que comprobar para no rechazar algo que pueda parecer que viene de fuera. Sabemos de su existencia desde hace unos sesenta años, y ha cambiado radicalmente nuestras vidas. Porque antes no sabíamos qué era exactamente lo que provocaba rechazos en los transplantes, aunque sabíamos que ocurrían y se suponía que por ahí iban los tiros. Que ahí ya entendíamos por qué en las transfusiones hacía falta sangre del mismo tipo, así que era evidente que algo parecido pasaba con los órganos. Ahora conocemos en detalle estas proteínas y sabemos que hay muchos tipos, algunos de los cuales son más relevantes para asegurar un transplante exitoso.
Pero las proteínas HLA no sólo están en las células que tienen un papel relevante en nuestro sistema inmunitario. Porque podríamos tener los péptidos de las bacterias unidos al HLA pero que vengan de una célula presentadora de antígenos… o no. Y efectivamente, en este caso, los investigadores vieron que venían de las células del melanoma.
¿Esto nos afecta?
Teniendo en cuenta la relevancia de los antígenos HLA en la compatibilidad para un transplante, algo nos debería ya indicar que si están ahí con péptidos bacterianos en un tumor, eso puede ser importante.
En estos momentos sabemos que es importante, pero no tenemos muy claro cómo. Lo que sí nos dejan claro estos estudios es que es algo que tenemos que tener en cuenta a la hora de diseñar un tratamiento, porque la presencia de esas bacterias puede estar modulando el comportamiento de nuestro sistema inmunitario y por extensión va a afectar a cualquier terapia que utilicemos.
Si no conocemos en detalle lo que ocurre en un melanoma, uno de los tumores más frecuentes y fáciles de analizar, imaginad lo que nos estaremos perdiendo de otros. Desde luego, cada día estoy más convencida de que sólo conocemos la punte del iceberg en lo que a nuestro cuerpo se refiere.
Deja una respuesta