En los últimos meses muchas miradas han estado puestas en Israel. Me refiero al tema virus, de política ya si eso hablamos otro sía. Y es que en Israel la vacunación contra la Covid ha ido muy rápido, y eso nos ha permitido ver directamente y en tiempo real los efectos de la vacunación, efectos que nos muestran qué es lo que puede pasar en nuestro futuro no muy lejano. Aunque más o menos lejano dependiendo del país en el que nos encontremos.
Israel a estas alturas ya ha vacunado a más de la mitad de la población mayor de 16 años. En sí, ya lo había hecho hace un mes, cuando tenía sobre el 60% de la población con la pauta completa de la vacuna de Pfizer, la única que ha entrado en su país. Esa situación les ha permitido analizar el efecto de la vacuna y, aunque se han ido filtrando números, hace unos días han publicado un artículo con un análisis detallado de los números.
El artículo es muy motivador y las tablas nos sirven para no perder la esperanza. Yo lo voy a resumir, pero podéis encontrar todos los datos aquí: Impact and effectiveness of mRNA BNT162b2 vaccine against SARS-CoV-2 infections and COVID-19 cases, hospitalisations, and deaths following a nationwide vaccination campaign in Israel: an observational study using national surveillance data
El análisis de los datos
Para poder calcular números, lo que hicieron fue analizar la situación de aquellas personas que ya estaban vacunadas completamente (al menos una semana después de la segunda dosis) y las que no habían recibido ninguna dosis. Para saber si eran positivos o no, se basaron en los reportes de casos habituales por síntomas, por contacto o por viajes. Hay que tener en cuenta que para entrar en el país es necesaria una prueba, pero también se hacen pruebas a contactos y estas pruebas son gratuitas. Porque no, no en todas partes las pruebas a contactos son gratuitas.
Para determinar la gravedad, llamaron sintomático a aquel que tuviese fiebre o problemas respiratorios típicos del Covid. La hospitalización se consideraba por enfermedad severa cuando existían problemas para respirar y crítica cuando se necesitaba ventilación o existían fallos orgánicos. Y al igual que en otros muchos países, se contaron como muertes Covid todas aquellas que tuviesen un resultado positivo previo.
La caída del Covid en Israel
Si analizamos los datos por grupos observamos pequeñas diferencias entre grupos poblacionales, y si juntamos todo y los dividimos por sintomatología, la vacuna presenta una eficacia del 91.5% contra las infecciones asintomáticas, 97% para las sintomáticas, 97.2% para la hospitalización leve y 97.5% para la grave. Por último, un 96.7% contra la muerte.
Además, se observa que el pico de efectividad se alcanza a las dos semanas de la segunda dosis, y por el momento no se puede determinar durante cuanto tiempo se mantiene dado que no ha pasado tiempo suficiente.
De la vacunación contra el Covid a la caída en la incidencia en Israel
Dada esa situación, podemos entender perfectamente que el virus haya circulado menos en las últimas semanas. Muchas de las infecciones se han evitado y por extensión no se ha podido contagiar a otras personas. Eso, junto con las restricciones, es lo que ha permitido que la incidencia acumulada empezase a bajar en picado, y ha permitido que se quiten las medidas que había y la situación se mantenga bajo control.
Eso es lo que podemos esperar en un futuro, que la vacunación ayude a las medidas a empujar la incidencia hacia abajo, aunque tampoco se puede cantar victoria porque hay una serie de puntos que pueden resultar problemáticos.
Los contras
Mientras los niños no estén vacunados hay un grupo poblacional que sigue siendo susceptible de infectarse y, por extensión, de llevar el virus a los adultos. Además, en un contexto en el que todavía hay una gran circulación del virus en otras partes del mundo, si el virus que se empieza a mover en la comunidad es una variante con mayor capacidad para evitar las vacunas, que podría darse el caso, entonces esos porcentajes se reducirán, y no sabemos en qué medida. Por ahora sabemos que esos números son calculados en presencia de la variante británica, pero no había suficientes casos de las otras como para calcular si se veían afectadas.
Tampoco se puede extrapolar fácilmente a otras poblaciones de mayor tamaño o con otras características. Hay que tener en cuenta todas las peculiaridades de la población israelí, para bien o para mal.
Conclusiones
Las eficacias calculadas entre la población israelí es sin duda un impulso hacia esa ilusión de que esto tiene un final, pero tenemos que ser cautos y no pensar que ya está. En sí, Israel no quitó sus medidas hasta que observó que la incidencia estaba disminuyendo y lo hizo en fases asegurándose de que se mantuviese la bajada. Muchos consideran que incluso se hizo demasiado rápido y podría haber salido mal, o que podría haberse bajado más la incidencia antes disminuyendo los daños durante ese periodo.
En base a esos números, incluso si fuesen ligeramente inferiores, podemos pensar que ya estamos muy cerca. Pero tenemos que asegurar la reducción de la incidencia. En el tiempo que nos quede hasta alcanzar la inmunidad de grupo (que no sabemos realmente cuanto alcanzaremos) queremos minimizar los casos, las hospitalizaciones y las muertes. Pero sin duda, hay luz al final del túnel.
Yo leo los artículos y los resumo, y tú que me lees puedes compartirlos con quien consideres oportuno. Además, puedes ayudarme a seguir haciendo esto y a mantener este sitio.
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