Una de las ideas que se está distribuyendo mucho estos días es que la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 te va a provocar esterilidad. La supuesta base científica para esto es que la espícula (o espina) del coronavirus, que se utiliza para las vacunas, es altamente homóloga a la proteína sincitina-1, que es imprescindible durante el desarrollo embrionario. Por lo tanto, la espícula que está en las vacunas se uniría en el lugar en el que se tiene que unir la sincitina y bloquearía el desarrollo. Según los promotores de esta idea, esto es cierto y por eso la vacuna no se recomienda a embarazadas, pero claro… al resto nos esterilizaría de por vida. Vamos a ver qué hay de cierto o no en estas ideas.
Qué es la sincitina y su parecido con la vacuna de la Covid-19
La sincitina es, efectivamente, una proteína implicada en el desarrollo embrionario. De forma muy resumida, tiene un papel fundamental en la fusión del trofoblasto, que son las primeras células que se diferencian en la primera fase del embarazo y que después darán lugar a la placenta. Por lo tanto, la sincitina es necesaria para que la placenta se desarrolle correctamente.
Existen dos tipos, la sincitina-1 y la sincitina-2, y ambas son codificadas por retrovirus endógenos. Si queréis saber más sobre dichos retrovirus, hablé de ello en un capítulo de Bacteriófagos que podéis encontrar aquí. No son los únicos genes que vienen de esos retrovirus, y muchos tienen funciones tan importantes como la de la sincitina.
Por otra parte, la sincitina tiene una estructura similar a la de proteínas virales, concretamente a la de proteínas de la superficie de virus. Tiene una parte que es transmembrana y una parte externa expuesta. Esa parte en la superficie es lo que le va a permitir cumplir su papel en la fusión. Pero lo que quizá llama la atención y hace que se parezca a otras proteínas es la presencia de un sitio de corte para la furina, mecanismo que permite regular que la proteína pueda activarse e inactivarse.
Efectivamente, esta estructura es similar a la de las espinas, espículas o espigas de muchos virus, y entre ellos se encuentra la del SARS-CoV-2. Incluso una pequeña parte de la secuencia es claramente similar. Pero que partes de dos proteínas se parezcan mucho no quiere decir que cumplan la misma función, ni siquiera que puedan interferir.
La vacuna de la Covid-19 lleva parte del virus
En cualquier caso, vamos a tener en cuenta un aspecto fundamental: las vacunas de las que se está hablando en este caso, que son las de Pfizer/BioNTech y Moderna, llevan el ARN de la espina del virus en su interior. No es algo nuevo, es la del virus. Por lo tanto, aquellas personas que ya se han contagiado con el virus ya se han expuesto a dicha proteína.
En estos momentos sabemos que la mayor parte de los virus durante una infección se concentran en el tracto respiratorio, pero eso no quiere decir que no haya virus que puedan llegar a otras partes del cuerpo, ya que se han podido aislar en otros tejidos. Esto ocurre especialmente en infecciones graves y largas, con cargas virales mayores.
En cambio, el proceso de vacunación se lleva a cabo con ARN, una molécula que es altamente inestable. Para que el ARN tenga suficiente estabilidad como para llegar a su destino y utilizarse para generar espinas hay que protegerlo, pero esa protección es muy limitada en el tiempo. Por lo tanto, habrá muchas menos espinas del virus en el cuerpo con la vacuna frente a la infección, y además durarán mucho menos tiempo, ya que no pueden generarse más. Con el virus, mientras la infección esté creciendo, se pueden obtener más y más copias.
Las vacunas y las embarazadas
En la ficha técnica de Comirnaty se destaca que no se debe administrar a embarazadas si el beneficio no supera al riesgo y que hasta el momento existen datos limitados. Pese a ello, también se aclara que se han realizado estudios en ratas en los que tras administrar grandes dosis, no se han observado problemas con el embarazo, el parto o la lactancia. Pero las ratas no tienen la misma sincitina-1 que tenemos los humanos, por lo tanto… ¿podemos asegurar que no hay riesgo?
Pese a que como bien dice esa ficha técnica todavía no tenemos datos suficientes porque todavía no se han vacunado suficientes mujeres embarazadas, vamos a analizar los datos que sí tenemos:
- Si se puede evitar la vacunación de embarazadas, se evita, porque ante la duda no queremos ninguna reacción. En todas las vacunas se valora ese beneficio/riesgo, no es algo nuevo.
- Se van a vacunar mujeres embarazadas: algunas porque consideren que el beneficio es mayor, otras porque no sepan que están embarazadas.
- No tenemos pruebas de que no exista ningún riesgo, pero hasta ahora no se ha detectado un riesgo mayor que en la población general.
- Lo que sí podemos afirmar es que la vacuna no va a esterilizar a ninguna mujer por el parecido de la espina del virus con la sincitina.
La espina en la vacuna de la Covid-19 no bloquea la sincitina-1
Lo que tenemos en estos momentos son miles de mujeres en el mundo que han pasado la Covid-19 durante su embarazo. Parte de esos embarazos ya han llegado a término, porque hemos tenido contagios en las primeras fases, durante el embarazo o incluso de madres con una infección activa en el momento del parto. Y sí, hubo casos en los que hubo complicaciones en el embarazo o en el parto. Y sí, también hubo abortos. Pero en ningún caso se ha encontrado una relación entre la espina del virus que está provocando la infección y un problema en el desarrollo de la placenta.
Por lo tanto, lo que sí sabemos es que el virus puede provocar la muerte tanto de la madre como del bebé, pero por ahora no hemos visto ningún caso en el que provoque un problema con la fusión del trofoblasto y el desarrollo de la placenta. Es decir, el beneficio (evitar la infección) es mayor que el riesgo (algo que no se ha observado todavía). Hay otros riesgos, pero éste no es uno de ellos.
¿Nos vacunamos o no?
Seamos un poco críticos y si nos dicen que la espina del virus de la vacuna va a producir esterilidad pensemos… ¿es algo que hayamos observado antes? ¿pasa cuando nos infectamos? ¿llegará la espina de la vacuna al embrión? Y valoremos siempre los riesgos y los beneficios, porque si elegimos no vacunarnos por un miedo infundado de no poder tener hijos en el futuro, estaremos obviando lo evidente: ¿qué pasará si nos contagiamos antes?
Por último, una aclaración: sí hay otras razones por las que una embarazada debe tener especial cuidado a la hora de ponerse una vacuna (ésta o cualquier otra), al igual que a la hora de utilizar cualquier medicamento. Por lo tanto, siempre deben consultarlo y dialogarlo antes, para valorar si existe mayor beneficio que riesgo.
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