Cuanto escribo últimamente….
Hoy fui a ejercer mi derecho al voto. Me ha costado mucho…. no sabéis cuanto. Todo aquel que no haya ido a votar por la pereza de ir al colegio electoral en cuestión merecen ser azotados…
Para poder votar, tuve que desplazarme a casa de mi madre. Esto supuso levantarse y armarse de valor (esto costó mucho). Llegamos allí y fuimos cebados. Yo, pobre inocente de mi, había pedido que hiciese tortilla y ensalada, ligerito, porque todos conocemos a mi madre, y sus ansias por hacer la comida más pesada del mundo. Hizo la tortilla y la ensalada… pero también una fuente descomunal de langostinos fritos, y puso un montón de pinchos… que sutilmente se quedaron allí. Además, de postre puso fresas con nata, que estaban muy ricas… pero que ya casi no me cabían. Y para facilitar la digestión, un café que no merece ser llamado café.
Después de esto, tocó la charla de sobremesa, horrible. Tocó hablar (hablar= comunicarse a gritos como en el pleistoceno) sobre política, sobre el colegio (recordemos que mi madre casi no tiene vida fuera del colegio) y sobre los inútiles de mis ex-compañeros/amigos.
Entre todo esto, dos veces me recordó que “has ganado unos kilitos”. Lo dice la foca del ártico…. en fin. Como me acaba de decir la minina, vemos la paja en el ojo ajeno. Me ha molestado!! Me ha molestado porque eso indica que normalmente no me mira… o debería haberse dado cuenta hace ya bastantes meses. Ya tenía asumido que no se enteraba de nada de lo que hago con mi vida… pero joer, al menos eso… yo creía que al menos para mi miraba mientras le hablaba, pero se ve que no. Además… ¿que clase de madre llama gorda a su hija? ¿Y si ahora me entra complejo de foca y dejo de comer? Esto me recuerda mucho al cabreó que pillé el día que me preguntó el “¿es que ahora tomas café solo? ¿desde cuando?” Y la respuesta era “desde hace 3 años… lo tomo todos los días, antes sólo de vez en cuando”. Para esto tener una madre…
Eso sí, después de todo esto… pude ejercer mi derecho al voto inútil 🙂
Deja una respuesta