La mudanza. Capítulo 2: la búsqueda de la cueva (tomo 1)

El siguiente paso para el traslado a Madrid era encontrar un sitio donde poder caerme muerta… así que la semana pasada, se martes a domingo, allá nos fuimos, a buscar un zulo en el que pueda “vivir”.

Vayamos por partes…

Día 1 (martes): el avión salía a las 10 de la noche, así que tampoco había demasiado qué hacer… durante el día concerté citas para ver pisos al día siguiente. A las 8 y media nos recogió @mininacheshire y nos depositó en el aeropuerto. Ahí empezó la jugada de Ryanair con un pequeño retraso que por un momento me hizo plantearme si @ptrigomou y yo íbamos a poder desplazarnos al centro en metro… pero todo salió bien. Llegamos a Madrid, y en metro nos fuimos hasta Avda. de América, y de ahí en un salto a @dormirDcine. Nos instalamos rápidamente y pitando salimos a un Vips, a pillar algo de jalar. Con las mismas, a dormir.

Día 2 (miércoles): empieza la fiesta.

Piso 1 (cita a las 11.00, SS de los Reyes): salimos a las 9 y media del hotel… y con eso a las 11 me encuentro llamando al de la inmobiliaria diciéndole que voy a llegar tarde, que acabo de salir el metro y que allá voy… caminando. El tipo piensa que estoy loca, pero allá voy. 20 minutos caminando bajo un sol abrasador a través de una zona industrializada (casi casi poligonera total) y llego al piso “perfectamente comunicado con el centro”. Entro. El piso se ve todo nada más abrir la puerta. Se ve… se ve que la terraza es más grande que el “espacio diáfano” dedicado al dormitorio. Se ve que sin amueblar quiere decir que ni bombillas tiene. Se ve que “cocina totalmente equipada” debe querer decir que la ropa la lavas a mano… porque había un precioso agujero para la lavadora, pero sin ella. Y mejor no hablamos del agujero en el techo del baño… Me enseña la plaza de garaje (lo único bueno del piso). Y el tipo intenta convencerme diciéndome que nada, en 25 minutos en bus, en Plaza de Castilla. “Pero mireusté, que yo quiero ir a Cantoblanco, no a Plza. de Castilla…”. Total, que me cuenta: 550 de alquiler. Dos meses por adelantado. Un mes pa los honorarios de la inmobiliaria. Gas, luz y agua… si eso ya los dan ellos de alta, pero que todavía no están… Y por supuesto, aval bancario, o tres meses de depósito, no vaya a ser que no pague. Le digo que si eso ya lo llamaré… y me dirijo al polígono (perdón, “zona industrializada” nº 2).

Piso 2 (13.30, SS de los Reyes): nos desplazamos a la otra punta del pueblo (que ojo, no es pequeño exactamente, y ni os imagináis cómo pegaba el sol…). Allí llegamos. El edificio tiene buena pinta. Piscinita. Gran cristalera… Pero el hombre me había dicho que el piso por el que yo preguntaba (de 500 €) ya no lo tenían, que tenía otro de 575… y yo ya tenía la mosca detrás de la oreja. Además, al llegar pronto, con el sol abrasador, me pillé un gran cabreo al ver que en la zona no había un puto bar en el que comprar un botellín de agua… y que pese a tener un parque enorme al lado, no tenía ni una fuente (¿es que los niños madrileños realmente no beben??). Pero bueno, allá vamos. Aparece el tipo, pasamos. Me hace firmar que estoy allí. Firmo. Me empieza a contar que el piso de 575 lo tiene medioapalabrao… que me enseña uno de 590, pero que me enseña de paso el de 575, por si al final el otro no lo pilla (¿en qué momento pasamos de 500 a 590??). Subimos. Abre la puerta del piso… desierto. Tamaño, pues más o menos como el antro anterior. Pequeño, muy pequeño. Veo la caldera y pregunto por la cocina “totalmente amueblada”. Me dice que me la enseña en el piso piloto, que las empiezan a instalar la tercera semana de septiembre (“coño tío, que por teléfono me dijiste que pa alquilar pal 1 de septiembre sin problema”). Me dice que por las molestias no me cobrarían dos semanas de alquiler… Pero el piso tiene un gran problema. Además de la cristalera, la pared es curva… ¿cómo meto yo mi kit-IKEA ahí? Pero bueno… le digo que me enseñe el de 575. Viene siendo igual, pero un poco más pequeño. Le pregunto si no tiene otra cosa… me dice que sí, que el “dúplex” de 625. Ya sabéis “from lost to the river”, que me lo enseñe. Es el que aparecía en las fotos del de 500… cagoentossusmuertos… y ahí me enseña la “supercocina amueblada”. Pos tampoco es gran cosa. Entonces nos fijamos, la cristalera en este es brutal… ¿y el estor? Te lo ponemos, por sólo 25 euros más al mes… ¬¬ Pero si ni un armario empotrado hay en el piso!! Y me cobras por no morir abrasada!! ¿Condiciones? Pues a ver… dos meses de fianza, mes de la inmobiliaria, tú pagas el alta de la luz y del agua, nos das tu contrato de trabajo y tus tres últimas nóminas, hacemos una valoración de tu situación, si el alquiler supera el 40% de tu sueldo te pedimos que metas a otra persona en el contrato… y por supuesto un aval!! Claro… ¿y la firma con sangre? ¿prefieres que te traiga directamente un riñón en un tupper? Si es que… Le digo lo mismo que al otro, que si eso ya lo llamaré…

Piso 3 (16.15, Alcobendas): hay que decir que este me había gustado ya por internet… aunque no demasiado. En realidad eran dos, un primero y un segundo. Primero, el primero. Piso de 32 metros, “diáfano” con su cocina americana y su baño con plato… aire acondicionado/calefacción, todo eléctrico, 500 euros. Es muy pequeño, pero me gusta. Los electrodomésticos casi nuevos. Hasta horno tiene! La barra de la cocina un poco machacada… pero nada que no tenga solución “made in Ikea”. El piso bien cuidado, y la ventana da a la calle, pero ¡qué veo! Un árbol!!! Un plátano sí, váis a ver qué divertido cuando lo poden… 😛  Con las mismas, vamos a ver el segundo. Más o menos igual, la distribución un poco diferente, un metro más o así, y bañera en lugar de ducha… ah, y una puerta más en el armario empotrado (porque sí, estos sí tienen armarios). Entonces empieza el baile. Me gustan… ¿pero cual me quedo? El primero es pequeño, pero tiene ventajas: está más protegido de los cambios de temperatura, la distribución es mejor (aunque no lo creáis, en un piso “diáfano” la distribución afecta mucho…). Pero el segundo tiene sus puntos positivos… más alto, un poco más grande, más armario… qué difícil decisión!! En conjunto, ambos, tenían un gran punto a su favor: 5 min andando del metro, 5 min andando del cercanías. Punto en contra: no tienen plaza de garaje. Pobre coche!!! Le digo a la chica que me lo pensaré…

Pronto… el tomo 2 del viaje a Madrid!!


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3 respuestas a «La mudanza. Capítulo 2: la búsqueda de la cueva (tomo 1)»

  1. Avatar de Javier

    Ayns, qué recuerdos de cuando andaba yo buscando piso al venirme a los Madriles, hace ya más de 6 añitos… Y eso que por lo visto no te has encontrado [aún] con uno con dos fuegos y un fregadero en la esquina del pasillo como cocina, o con una mampara de aluminio creando dos habitaciones donde sólo había una… En fin, ¡suerte!

  2. Avatar de Javier

    Visitante habitual sí que soy, de hace algún tiempo, aunque pertenezco al grupo de los calladitos (con estos dos hacen 4 comentarios en un año)… Muchas gracias por la bienvenida, no obstante 🙂

  3. Avatar de KaRMe
    KaRMe

    Bueno, yo me los encuentro con una única habitación como total del piso… da gracias que el baño está cerrado 😛
    En cualquier caso, bienvenido Javier (que creo que no eres habitual de estos lares)

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