No sé si por una falta de motivación, si por el aburrimiento, si por la aparente falta de salidas profesionales… últimamente mucha gente llega a este blog (en clara decadencia desde que apareció twitter en mi vida) buscando razones para estudiar biología, o razones para seguir en biología, o motivación para buscar trabajo… cosas de esas. De estas cosas ya he hablado en los últimos… ¿6? años. Pero voy a hacer un resumen… para ponernos un poco al día.
La vida en la carrera. Es dura, no vamos a negarlo. Lo peor es sin duda el primer año (eso nos dijeron a todos al empezar). Realmente lo duro del primer año es que las asignaturas no te interesan una mierda. Después cuando lo miras con perspectiva ves que en primero hay que estudiar muy poco comparado con otros años… pero tú, pobre inocente, que vienes de bachiller, de unos exámenes de instituto en los que tenías que estudiar 10 folios (uuuhhh….), pues evidentemente un examen de cito de un cuarto del Alberts te parece mucho. No te preocupes, esa sensación se te pasará. Con el tiempo descubrirás que puedes estudiarte el Alberts completo sólo como introducción a una asignatura… y que una asignatura no es difícil si eres capaz de transportar todos los apuntes en papel sin morir aplastado.
En ese primer año también aprenderás qué son las prácticas. Las prácticas son una pérdida de tiempo, especialmente las de primero. Pero vas creando una costumbre… que es lo importante. La costumbre de llevar tu bata enroscada a presión en tu bolso/mochila durante un mes 🙂 (sin lavar, que no te da tiempo).
Segundo año. Empiezan las cosas interesantes. A no ser que lo tuyo sean las plantulitas, que entonces ya habrás empezado en primero. En segundo empiezan a definirse las dos grandes ramas de la biología: la de bota y la de bata. Si eres de los de bota te lo pasarás bien en zoo, si eres de los de bata, querrás suicidarte con bioquímica (me refiero siempre a las asignaturas en el orden en el que se imparten en santiago… y en gran parte de las facultades de España, aunque soy consciente de que no todas son así). En mi caso, tenía claro que yo era de las de bata. Bioquímica es esa clase de asignatura que puede provocarte unas ganas tremendas de suicidarte, de matar al profesor, de quemar la facultad… que seguro que te provocará pesadillas (puede que durante años). En general si superas bioquímica (y has superado mates en primero), ya tienes más de la mitad del camino hecho, aunque no lo creas.
Después llega tercero, y llega eco. Es la oportunidad para que los de bota torturen a los de bata. No tiene otro objetivo más que torturarte… o al menos yo no se lo he encontrado jamás. Simultáneamente llegan las fisiologías… y empiezas a descubrir que si creías que cito o bioquímica tenían muchos apuntes… te equivocabas. De esta época tengo grandes recuerdos: el profesor de eco bailando cual hawaiano a las 9 de la mañana, el de fisio animal hablando de la extensión del moco, y la de fisio vegetal hablando del electrón saltando…. y del carbono… casi perdemos un carbono! También tengo grandes recuerdos del de antropología, una asignatura que por momentos vuelve a despertar tus instintos suicidas (que creías haber dejado atrás al deshacerte de bioquímica, si es que lo conseguiste), y en otras ocasiones te recuerda porqué estudias biología. Todo eso aderezado con el miedo constante de que el profesor se haya olvidado las pastillas esa mañana y saque un cuchillo y os mate a todos. A estas alturas, la cantidad de prácticas que tienes que hacer ha aumentado exponencialmente. Tienes las de las troncales, obligatorias, las optativas, las de libre… y no hay forma de cuadrar horarios. Algún día te darás cuenta que llevas 12 horas sin salir de la facultad… y será grave.
Tercero también es el año del paso de ecuador… mala cosa esa de irse de juerga en tercero… pero eso no es de lo que estamos hablando.
Has pasado de ciclo. Enhorabuena. Y has decidido una rama de la biología. Para algunos esto es muy fácil. Yo ni siquiera lo dudé un instante. Molecular. No había más opciones. Tenía muy claro qué era lo que quería hacer de mi vida. Otros no lo tienen tan claro y hacen mezclas, o dos ramas… ahí cada uno es un mundo. Es el año en el que botas y batas se separan completamente. Ya no coincides con los otros nunca… y solo los llamas raritos por el pasillo (igual que ellos a ti).
En Santiago, cuarto es el año en el que descubres tu peor pesadilla. Peor que cualquier cosa que hayas conocido… FBA. No cuesta estudiarla. No… Lo que cuesta es no morirse de aburrimiento. Se trata de una serie de asignaturas que tendrás hasta que acabes la carrera, en las que el único objetivo es tenerte un montón de horas atendiendo a seminarios (durmiendo, haciendo sudokus, dibujando, jugando al trivial, a hundir la flota…. o lo que se te ocurra menos escuchar al tipo), o haciendo interesantísimas prácticas (lanzamiento de punta de pipeta, jugando a matar al pececito, a la rata… a extracción de intestino de rata “vamos a estirarlo a ver si llegamos al pasillo”, etc). Estos seminarios y prácticas tienen como finalidad hacerte perder el tiempo, o mejor dicho, mantenerte ocupado un montón de horas, sin dejarte tiempo para dedicarle al resto de asignaturas (las de verdad). Lo único bueno de FBA es que son un montón de créditos y que sin demasiado esfuerzo puedes asegurarte una nota decente.
Estás en el último año. ¿Qué vas a hacer de tu vida? Empiezas a agobiarte con eso de “la biología no tiene salidas”. Cagontó, me equivoqué de carrera fijo, tenía que haber hecho medicina/farmacia. Pues no. La biología sí tiene salidas.
Salida fácil: opos. Cuando acabas la carrera haces el máster este nuevo, y te presentas a oposiciones de secundaria. Tras unos cuantos años de estudio/fracaso/sustituciones, te asentarás como profesor de instituto, y enseñarás a tus alumnos a hacer cromatografías en papel para separar las clorofilas (gran clásico).
Salida para los que quieren pasta: empapelas todo el país con tu cv. Tu cv es una mierda, pos supuesto. Pero a base de insistir, en algún sitio de cogerán. Y te ofrecerán un contrato de mierda… y cobrarás cuatro duros. Pero poco a poco irás creciendo, y acabarás cobrando bien… si eres bueno puedes llegar a un puesto importante y cobrar mucho. Lo que más te interesan son las farmacéuticas. Pagan una pasta y generalmente prefieren contratar biólogos en lugar de farmacéuticos (sus razones tendrán).
Salida suicida: hazte investigador. Es algo que puedes hacer tú mismo, porque no necesitas nada. Sólo algo con lo que suicidarse… léase un departamento en el que caer muerto. Tú vas un día por allí y dices que quieres ser su esclavo y les das tu mierda cv, y generalmente te acogen sin problema. Seguirás viviendo con tus padres hasta los 35 y no habrás cotizado nada. Por temporadas te harán contratos en prácticas de 6 meses, porque verán que tienes cara de pasar hambre.
Salida suicida con estilo: hazte investigador, pero con estilo. Es una opción más suicida que la anterior. Es la opción que elegí yo. Aquí es importante tu 5º año de carrera. El primer paso es hacer que tu mierda cv sea un poco menos mierda. Tienes que meter un poquito de experiencia profesional. Ya si puedes tener unas notas decentes ya la leche. Pero lo importante es lo de la experiencia. Y las recomendaciones. Entonces vas al sitio en cuestión y les dices que tú ya estuviste en tal y cual sitio, que te dieron tal beca, que presentaste tal cosa y que eres un hacha con el látigo cuando das prácticas. Después de eso les dices que quieres un contrato en toda regla, que te firmen una solicitud para una beca del ministerio, y que si no hay beca te tienen que renovar tu contrato de verdad. Además, que quieres que te aseguren formación y estancias en el extranjero. Y que, porque tú lo vales, quieres libertad en tu trabajo: porque tu cerebro bajo presión no funciona al 100%. Lo más probable es que te den una patada, pero a lo mejor tienes suerte… La probabilidad de tener suerte es muy baja, pero existe. Lo juro.
Has acabado la carrera, y has elegido una salida profesional.
Si has elegido una de las opciones suicidas, empezarás un programa de doctorado. Antes para eso hacíamos cursos… ahora se hace un master. Esto implica que tienes un año más de carrera, en el que pierdes el tiempo. Después/durante este tiempo, te incorporas al laboratorio en cuestión. Haces un pequeño proyecto (minúsculo) que tienes que presentar para que vean que algo has hecho. Para los que nos doctoramos por el plan viejo, este proyecto es un poco más grande… y te dan un titulillo.
Después empiezas tu etapa de tesis, que dura entre tres años e infinito. Es una etapa confusa… de esa todavía no puedo hablar.
Conclusión: hay muchas razones por las que estudiar biología, muchas razones por las que seguir adelante, muchas salidas profesionales… y muchas posibilidades como investigador. No hay que tirar la toalla.
¿Recomendaciones? Intenta sacar las mejores notas que puedas (aunque a veces cueste mucho no abandonar una asignatura por lo aburrida que es), haz prácticas en alguna empresa (o laboratorio de la universidad), intenta conseguir una beca de colaboración, haz un proyecto/trabajo académido/comosellame en tu universidad, aprende inglés (de verdad, no el del instituto). Y sobretodo, haz amigos. Parece absurdo, pero os aseguro que no lo es. No insultes gratuitamente a tus profesores, interésate por sus proyectos y no sólo por lo que te enseñan, busca aquellos con los que te gustaría trabajar algún día, habla con ellos fuera de clase… toma café con ellos si hace falta. La mitad de tu carrera investigadora la conseguirás con un café en la mano (aka generalmente las colaboraciones se apalabran tomando cafés). Y lo más importante: dedícate a lo que realmente te guste, a lo que te apasione… o serás un desastre como biólogo!!!
Menudo pedazopost me ha quedado… espero que sea útil a alguien… y que no haya perdido yo mi tiempo escribiendo!!
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