Las últimas semanas me están resultado tremendamente complicadas. Durante el tiempo del confinamiento suizo, yo había adquirido una rutina que me funcionaba, y me sentía capaz de todo, y en mi cabeza aparecieron muchos planes y muchas ideas que quería llevar a cabo. Y entonces llegó el desconfinamiento. Como hace ya tiempo que no cuento cómo va la historia, aquí os cuento cómo avanza la situación.
En Suiza hemos vuelto ya casi a la vida completamente normal. Poco a poco fueron abriendo las tiendas, los restaurantes, los bares… y ahora también las instalaciones deportivas que, en lo que a mi me afecta, hace que todo esté abierto (aunque quedan cuatro cosas limitadas). En general en la calle la vida se ve normal: los bares están llenos y la gente va sin mascarillas, aunque en las tiendas hay aforo controlado, lo que hace que se formen largas colas para comprar todo lo que no se compró en los meses anteriores aprovechando unas rebajas que en muchos casos llegan al 50%.
En el trabajo la situación está lejos de ser normal, porque allí sí tenemos muchas limitaciones al movimiento y a eso de juntarnos, con un estricto control de turnos, un seguimiento de quién está dónde y cuándo y una política antisocialización, porque ni siquiera manteniendo distancias nos dejan comer juntos.
¿Y dónde quedan todos mis otros planes? Pues en los huecos. Ya que en el laboratorio tengo que sacar adelante un proyecto nuevo, el resto se encaja en el tiempo en el que no estoy en el laboratorio. Así poco a poco supongo que muchos os habréis dado cuenta de lo que se ha convertido en el nuevo horario de mi vida paralela, pero si no es así, os resumo lo que hago además de mi trabajo de postdoc:
- Cada lunes aquí se publica un post sobre un libro que haya leído recientemente
- Cada jueves comento aquí un capítulo de Érase una vez la vida
- Cada domingo publico el texto de una newsletter premium previa (habiéndola dejado de acceso exclusivo para suscriptores durante un tiempo)
- Cada dos semanas, el martes sale un nuevo capítulo de Bacteriófagos
- El último miércoles de cada mes sale un nuevo capítulo de Cum Laude
- Los sábados sale Qarentena, aunque puede que pronto cambie su frecuencia
- Todos los miércoles sale la newsletter gratuita con enlaces científicos
- Todos los sábados sale la newsletter para suscriptores
- Además tengo otra cosilla por ahí en el tintero, que todavía no puedo contar
Y pese a todo esto, me sigue quedando tiempo para vivir y tengo tiempo para pensar en más cosas. Al final va a ser cierto que si una se organiza bien, si piensa todo bien y dedica el tiempo a lo que lo tiene que dedicar en lugar de mirar al aire, las cosas van saliendo adelante, que de mirar al aire no se vive (vale, la inmensa mayoría de la lista tampoco ayuda a comer…). Ojalá pronto pueda ir añadiendo más y más cosas a esa lista (que tiempo queda) y ojalá vayan dando para al menos, pagarme los snacks.
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