La cerveza y el deporte… otra vez

Cuando creía que el tema ya había quedado más que claro, hace un par de días el periódico La Razón publicó un artículo en el que afirma que un deportista debe beber cerveza. Ni siquiera dice que pueda, dice que debe. Y además afirma que hay cinco razones por las que, según unos que dicen ser expertos, es buena idea.

Que el alcohol no es bueno es algo que yo he repetido muchísimas veces. No te vas a morir por beberte una cerveza, ni voy a ser yo la que cuestione a nadie que lo haga por el motivo que sea, pero eso no quiere decir que sea algo bueno para la salud. Cada persona deberá valorar si lo considera adecuado en un momento concreto, al igual que decides si comerte unas patatas fritas de bolsa sabiendo que no es algo sano, pero que ocasionalmente lo haces igual.

Pero hay dos cosas que debemos evitar. Por una parte, promocionar el consumo de alcohol por parte de terceros, incluso sabiendo que es malo. Es decir, no debemos nunca insistir para que una persona “se tome una cerveza”. Es tan fácil como decir que en lugar de quedar “para tomarnos unas cervezas” quedamos “para tomar algo” y cuando vamos a pedir en lugar del tradicional “cerveza para todos, ¿no?” optar por un “¿qué queréis tomar?. Pero hay otra cosa todavía peor, hacer eso justificando que es buena para la salud. No lo es. Y voy a comentar los cinco supuestos beneficios.

Ayuda a rehidratarse

Supuestamente lo hace por su alto contenido en agua. Además tiene gas y azúcares por lo que se absorbe rápido. Claro que tiene un alto contenido en agua, pero si extrapolamos la afirmación podríamos decir que una Coca-Cola cumple igualmente esos requisitos. Y además la Coca-Cola no tiene alcohol.

La realidad es que el alcohol que contiene la cerveza produce deshidratación, pero la compensamos de aquella manera tomando grandes cantidades de líquido… hasta que dejamos de tomarlo y si nos hemos pasado nos pasará factura al pasar unas horas. Si hablamos de deporte a un nivel muy alto, para reponer agua, sales y azúcar se puede optar por una bebida isotónica (que tenga azúcar, obviamente). Si hablamos del deporte que hace el común de los mortales, lo que mejor te rehidratará será el agua.

Hace años que se investiga la mejor forma de compensar los efectos del alcohol de la cerveza tras el ejercicio, y como ejemplo os pongo este artículo en el que concluyen que si vas a beber cerveza, que sea sin alcohol (o casi), que bebas agua y que piques algo: Post-Exercise Rehydration: Effect of Consumption of Beer with Varying Alcohol Content on Fluid Balance after Mild Dehydration Y ojo que el estudio está financiado por aquellos cuyos beneficios dependen de que bebas cerveza, y hasta así dicen que no sale muy bien parada.

Facilita la recuperación de los músculos cansados o con agujetas

Esto se supone que es por su efecto antioxidante. Pero claro, aunque exista un beneficio, existen riesgos, porque seguimos hablando de una bebida con alcohol. La deshidratación que provoca el alcohol hará que te duelan más los músculos y que tengas más agujetas. De nuevo, si quieres optar por cerveza, será mejor sin o 0,0, pero sin duda es mejor que bebas agua y repongas nutrientes comiendo. No he encontrado ningún estudio que analice el efecto antioxidante de la cerveza teniendo en cuenta el alcohol presente que cumpla con los mínimos de las buenas prácticas clínicas.

Calma la sed

Claro, porque tiene agua. Dicen que hace falta que tenga sabor para que nos calme la sed, pero eso se consigue con agua con limón, por ejemplo. Y también dicen que tiene nutrientes y eso es bueno. Pues agua con limón y un plátano. Pero sin alcohol por favor. Intentando buscar si se había comprobado lo de que calma la sed, lo que he encontrado es que parece que eso de calmar la sed es un concepto muy amplio… Determinants of the Thirst-quenching Character of Beer

Imagen de un vaso con cerveza y una botella
Incluso dentro de la cerveza con alcohol, no todas son iguales

Recuperación del metabolismo hormonal e inmunológico

Aquí ya me cabreo mucho. Argumentan que se debe a la presencia de maltodextrinas. Suena muy llamativo, pero la maltodextrina es una cadena de glucosa, o sea, azúcar. Que sea una cadena le da una serie de características particulares, pero se pueden encontrar en otros alimentos. Su efecto hormonal e inmunológico está con pinzas, porque a lo que realmente se quiere referir, supongo, es a su efecto sobre nuestra microbiota intestinal, que sí tiene posteriormente un papel hormonal e inmunológico. Pero a esa microbiota no le suele gustar mucho el alcohol. Aquí podéis encontrar un ensayo en el que se analiza el papel de las maltodextrinas de la cerveza… sin alcohol: Effect of the Consumption of Alcohol-Free Beers with Different Carbohydrate Composition on Postprandial Metabolic Response

Contiene minerales esenciales para la salud ósea

Esto es cierto, pero también los contienen cientos de alimentos. No hay nada que sea específico de la cerveza. Esto nos lleva, por lo tanto, a reflexionar sobre el conjunto de datos: la cerveza tiene cosas que son positivas, pero que se pueden encontrar en otros alimentos, pero tiene cosas negativas que deberíamos evitar, y por lo tanto lo razonable es recomendar opciones que sean más sanas. Recordemos que hace ya mucho tiempo que se desterró que el alcohol tenga efectos beneficiosos, lo que se resume, por ejemplo, en esta revisión: Consensus and Controversy in the Debate over the Biphasic Impact of Alcohol Consumption on the Cardiovascular System

Quiero acabar diciendo que el consumo de alimentos fermentados (como es el caso de la cerveza) no es necesariamente malo. Por ejemplo, el kéfir, que también tiene pequeñas cantidades de alcohol, se considera un alimento muy sano que suma muchas de esas características y unas cuantas más. Nuestro cuerpo puede asumir pequeñas cantidades de alcohol, pero la cerveza tiene más alcohol del que gestionamos bien, y por eso podemos emborracharnos con ella.

Si se quiere optar por la cerveza con un mejor balance beneficio/riesgo, entonces lo recomendado será siempre optar por una cerveza sin alcohol o 0,0. Pero hay alternativas mejores. Si lo que se quiere es consumir alcohol y “disfrutar” de una cerveza, entonces no busquemos excusas ni dejemos que una campaña de marketing nos haga creer que es algo beneficioso, porque todavía estamos arrastrando aquella idea de que es sanísimo consumir dos copas de vino al día (que no lo son). El alcohol es malo, asumamos esa parte. Y si lo consumimos, que sea sabiendo cuáles son los peligros. Un deportista puede consumir cerveza, pero deber, no debe.

El artículo que presentaba la recomendación de la cerveza lo podéis encontrar aquí: Cinco motivos, según los expertos, por los que un deportista debe beber cerveza

Si te parece interesante lo que escribo y quieres ayudarme a mantener este sitio activo, puedes invitarme a un café:


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *