La bacteria que te podría hacer adelgazar, o dar un empujoncito

No es la primera vez que se identifica una bacteria que podría estar relacionada con la obesidad. Es más, llevamos años con ese tema. Pero ahora algo ha cambiado. Un grupo de investigadores han conseguido aislar una bacteria que podría ayudar a adelgazar. Aunque eso es simplificar mucho el tema, para qué vamos a mentir, cuente como lo cuente la a ver la idea con la que todos nos vamos a quedar.

Desde hace ya unos años somos consciente de que nuestra microbiota nos afecta. Diferentes microorganismos presentes en nuestro cuerpo van a alterar nuestro comportamiento y nuestro cuerpo. En este caso particular, nos centramos en bacterias presentes en el intestino. Y es que ya se sabía que había una bacteria que parecía estar ausente en aquellas personas que eran obesas y que tenían diabetes. Dos aspectos diferentes, pero claramente relacionados, ya que una cosa lleva muchas veces a la otra. Si esa bacteria no estaba… ¿Se adelgazaría al suplementarla? Quizá, pero esa bacteria no estaba aislada.

En busca de la bacteria para adelgazar

Los investigadores siguieron la aproximación de matar moscas a cañonazos y se pusieron a aislar bacterias intestinales, a ver si conseguían dar con la bacteria que buscaban y poder aislarla para hacer sus experimentos. No consiguieron encontrar esa bacteria, pero se encontraron con otra que no estaba descrita y parecía tener un comportamiento similar.

Se trata de una bacteria que está presente en casi el 70% de la población, y que no se había descrito antes porque… no tenemos ni idea. Y es que gran parte de las bacterias intestinales no las hemos cultivado jamás en un laboratorio, porque no es algo fácil. Por lo tanto, no tenemos ni idea de qué pueden hacer o no hacer. En este caso, una vez identificada la nueva bacteria, le pusieron un nombre muy gracioso: Dysosmobacter welbionis. El welbionis ya suena de por sí a estar bien en inglés, lo otro quiere decir que huele mal… porque parece ser que la bacteria tiene su olorcillo, algo nada extraño en las bacterias intestinales, por otra parte. Aunque los que trabajamos con ellas hayamos perdido la capacidad de olerlas (y menos mal).

¿Qué hace la bacteria?

Por lo que han podido observar, la presencia de la bacteria hace que aumente el número de mitocondrias, y el resultado de eso es lo que comúnmente llamamos “acelerar el metabolismo”. Que no es correcto, pero seguro que así se entiende. Un mayor número de mitocondrias hace que queme más energía, y por lo tanto regulará los niveles de azúcar y quemará más grasa. De rebote, tiene un efecto antiinflamatorio.

Para ver los efectos de la suplementación, recurrieron a los tradicionales ratones de laboratorio. Les dieron esta bacteria y analizaron los cambios, observando una bajada de peso que además disminuía la resistencia a la insulina. Al menos, mostraba esos efectos cuando venían derivados de la dieta. Vamos, que los ratones estaban en el equivalente de una dieta basura para ver si había o no había efecto.

lupa mirando los microbios del intestino
Nuestra microbiota

¿Dónde la compro?

Aunque pueda parecer la panacea, mejor no acelerarse demasiado. Es un punto interesante, y a mí me consta que otros grupos están también trabajando en aislar proteínas que puedan ser las causantes de este tipo de efectos para utilizarlas en posibles tratamientos futuros. Pero todos nos imaginamos ya el próximo yogur “adelgazante” en el supermercado. Para ello queda todavía un tiempo, pero no creo que demasiado.

Pese a ello, no nos hagamos demasiadas ilusiones. Por mucho que añadir una bacteria más a nuestro intestino pueda dar un empujoncito, una bacteria no va a hacer un milagro, y seguirá siendo mucho más importante una dieta adecuada, equilibrada, con suficientes frutas y verduras y sin ultraprocesados. Y quizá si mantenemos esa dieta, no necesitemos suplementar la bacteria porque estará ahí por sí misma, ayudándonos a quemar la grasa que sobra.

Si queréis leer el artículo completo, podéis encontrarlo aquí: Dysosmobacter welbionis is a newly isolated human commensal bacterium preventing diet-induced obesity and metabolic disorders in micehttps://gut.bmj.com/content/early/2021/06/03/gutjnl-2020-323778

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