No tengo muy claro si es un vecino de mi edificio o sólo es vecino de plaza de garaje. Pero lo que yo pensaba que era un compañero de facultad cabreado, resulta que es un vecino. Esta noche me han rajado otra vez la rueda. Y digo la, porque fue la mismita. Así toda nueva y rajada. La he cambiado, y puse una denuncia. Si esta noche me rejan otra, mañana vendrá la guardia civil a verlo con sus ojitos, y a ir casa por casa a encontrar la culpable. Por ahora tienen registro de ello.
Mañana si tengo las cuatro ruedas enteras, iré a comprar una nueva (a ver si en el corte me hacen ya descuento). También iré por el seguro a dejar constancia, por si algún día lo pillan, a ver si lo matan ya.
En estos momentos, es cuando me planteo tomarme la justicia por mi mano, y ya que el señor me pincha las ruedas, yo le puedo pinchar a el 4 o 5, romperle las lunas y dejar mi firma en sus puertas. Así a ver si deja de pinchar a los demás. Pero eso por ahora sería un problema para culparlo legalmente, así que primero vamos a intentarlo por las buenas… y si no, pues lo hago yo, que estoy acumulando tanto mal humor junto… que yo solita podría destrozar su coche. Hay que ver como aparece la fuerza cuando una se pone de mala hostia.
Sugerencias sobre métodos para hacer sufrir al vecino lentamente, en los comentarios, por favor…
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