Es el nombre de mi nuevo juguete. Ha llegado hoy. Son unos auriculares bluetooth de Sony. Además cumplen la función de manos libres para el móvil.
Los auriculares son de estos que se meten en la oreja (no se me caen como el resto), tiene micro, botón de responder/colgar y el cacharrín que se conecta al móvil. El cacharrín tiene una pantallita donde cuando escuchas música te enseña qué escuchas y cuando te llaman pone quien te llama. Además tiene botoncitos para darle play/pausa, a la siguiente canción o la anterior y al volumen. También el de encendido (lógico) y uno que aún no he probado, que te permite conectarte hasta a 10 dispositivos bluetooth (no tengo tantos).
Además el largo de los auriculares se puede regular, que cuelgan al cuello (aunque yo soy pequeñita y además de regularlos tengo que hacerle un nudo o me llega al ombligo). Y a los auriculares le puedes cambiar las gomitas entre tres tamaños, para diferentes orejas.
El pack además trae una funda de plástico pa guardarlo (casi no cierra, pero no hay que pedirle peras al olmo) y un cargador, que como mi móvil es Sony, pues ahora lo tengo repe. Ese es un detalle a tener en cuenta, porque el cacharrín no sólo vale para móviles Sony, vale para casi cualquiera, pero a lo mejor no pone el nombre de la canción o el de la persona que te llama, pero el resto furrula igual.
En teoría tiene 300 horas de autonomía, 6 si estás escuchando música o hablando por teléfono. Y diez metros de alcance. Yo me muevo por la casa y parece que todo funciona bien.
En próximos días contaré que tal, cuando lo pruebe en más situaciones.
Y no, no voy a decir la pasta que me dejé en la pijada 🙂
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