¿Funcionan los tests de anticuerpos?

Mucho se ha hablado sobre si los tests rápidos para la detección de anticuerpos son efectivos o no. Los últimos meses nos han dejado claro que algunos no funcionan, y es que una cosa es la técnica y otra cosa es una marca en particular, porque gente intentando aprovecharse puede haber en todas partes. Además, los primeros tests que se desarrollaron funcionaban peor, porque llevó un tiempo desarrollar algo que realmente hiciese su trabajo. Pero en la actualidad, sabemos que hay múltiples marcas que venden sus tests diciendo que pueden detectar los anticuerpos y, por lo tanto, confirmar una infección pasada, casi al 100%. ¿Es esto cierto?

Un grupo de investigadores ha realizado un meta-análisis (la semana pasada expliqué cómo iba esto) en el que compararon los artículos en los que se han presentado resultados de tests de anticuerpos de todo tipo, algunos más rápidos que otros, y han determinado si es fiable o no. El trabajo es un tipo de revisión particular, una revisión de Cochrane, que se especializa en decir si algo funciona o no. Si por ejemplo alguien os habla de una terapia que os hace dudar, siempre podéis buscar si hay una revisión de Cochrane que compruebe la eficacia de esa terapia. Pero ahora vamos a ver estos tests, a ver qué han hecho.

El planteamiento del estudio

Para poder determinar si los tests funcionan, lo primero es determinar qué tests se van a analizar. Para ello, los autores buscaron todos los artículos publicados, incluyendo preprints, que tuviesen una descripción adecuada del test (el que fuese, pero detectando anticuerpos) e incluyendo tests que se hubiesen realizado con confirmación, es decir, que se supiese que la persona a la que se le hacía el test había (o no) tenido SARS-CoV-2. Porque si pretendemos saber si funciona, tendremos que saber también cual es el resultado que tiene que dar.

Una vez recopilados los datos se juntaron y se aplicaron una serie de parámetros para poder homogenizar el análisis. Entre otras cosas, esto implica tener en cuenta tanto la sensibilidad como la especificidad, porque un test puede dar falsos negativos o falsos positivos, se normalizó el sesgo (porque cuando se hace un test se hace por algo) y se calcularon los resultados con intervalos de confianza. Como ya hemos comentando en alguna ocasión, lo habitual en estos casos es presentar los resultados con un intervalo del 95%, es decir, que estás seguro de que eso es así al 95%, dando un rango alrededor del valor medio calculado. Para que resulte más útil a la hora de elegir el test, en lugar de presentar los resultados en base al estudio del que se obtienen, los presentan en base al fabricante del test, ya que al final es lo que importa.

Los resultados… ¿qué tipo de test se encontraron?

Una vez recopilados los datos, y antes de que hablemos de si funcionan o no, vamos a ver qué había en las publicaciones. En los artículos recopilados había muestras de prácticamente todo el hemisferio norte. Dado que los datos analizados incluyen tests hasta finales de abril, esto era esperable. Muchos de los resultados los obtuvieron de preprints, artículos todavía no revisados y que quizá no estén en su versión final. Además, algo que personalmente me ha llamado la atención, encontraron muchos artículos en los que no se especificaba el fabricante del test. Por otra parte, como es lógico, también aparecieron tests desarrollados en el propio laboratorio, es decir, no comerciales.

En cuanto a los anticuerpos buscados, se analizaron resultados de IgA, IgM e IgG. Dado que los resultados parecían ser un poco heterogéneos de más, cosa que sabemos que se debe a que la presencia de anticuerpos varía en el tiempo después de la infección, se centraron en aquellos que aclaraban cuanto tiempo después de la infección se había hecho la prueba.

Ahora sí, ¿funcionan o no?

Se ha hablado mucho de que hay que esperar un tiempo para que las pruebas de anticuerpos funcionen, y eso es más o menos lo que observaron. En la primera semana tras el inicio de síntomas, la prueba de IgG/IgM (la más común, que se ha utilizado en España) ronda el 30% de sensibilidad. En la segunda semana sube al 72% y en la tercera al 91%. Después de la tercera semana subimos hasta el 96%, sin saber qué pasa más allá del día 35, que es hasta donde llega el estudio. Respecto a la especificidad, se mantiene sobre el 98%, nada mal!

Tal y como explican los autores, si los tests se utilizan para la población general de un lugar con prevalencia baja, de menos del 5% (como en la mayor parte de España), los resultados para 1000 personas implicarían que se pasarían por alto de media 4, y que 12 serían falsos positivos. Así que en el número total, de cada mil habría 8 más de las que debería haber (para que tengamos en cuenta el error de un estudio de seroprevalencia).

Conclusiones

Dados los resultados, es evidente que las pruebas de anticuerpos se deben realizar al menos 15 días después del inicio de síntomas. Cosa que por otra parte tiene sentido, porque sabemos que antes lo más adecuado es hacer la RT-PCR y detectar directamente la presencia del virus. Pero también hay que tener en cuenta que no sabemos hasta qué punto van a ser útiles a largo plazo de cara a la seroprevalencia, porque quizá pasados los 35 días los resultados vuelvan a ser pobres. Los autores del estudio indican que lo irán actualizando cuando tengan suficientes datos con un plazo mayor, algo que será muy importante para conocer cuanto duran los anticuerpos y cómo de bien se detectan pasado más de un mes, situación en la que ya se encuentran muchas personas.

Teniendo en cuenta lo publicado, podemos asumir que los tests, dentro del rango temporal adecuado, son bastante fiables. Pero todavía nos quedan muchas cosas por saber, así que esperemos que en el futuro se hagan más análisis. No nos va a cambiar la vida saber si tenemos anticuerpos en un momento determinado, pero a nivel poblacional, saberlo puede ser muy útil.

Si queréis leer los detalles, podéis hacerlo aquí:

Antibody tests for identification of current and past infection with SARS‐CoV‐2

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