Adelanto este capítulo porque, aunque tenía planeado que viniese después de lo de Hacienda, una inesperada llamada de teléfono lo ha adelantado.
Narraré la llamada de teléfono… a ver si alguno de vosotros le encuentra más sentido.
Suena teléfono…
-Qué???
-Ya no te acuerdas de que tienes madre!!
-Si me acuerdo, pero es que estoy muy ocupada (a todo esto, pretendía cocinar)
-¿Qué es de tu vida?
-Pos na… que ya tengo trabajo.
-Venís viernes a comer???
– Erg… esto… es que igual nos vamos unos días… justo el vienres…
– Y tu hermana?
– Se va jueves de vacaciones.
– Bueno… tú llama y avisa…
– Si claro (fijo….)
– ¿Qué tal esos estudios?
-(estudios??? qué estudios???) Pos… en septiembre empiezo en mi nuevo TRABAJO.
-Y que vas a hacer el año que viene?
– Un doctorado… y magisterio…. y TRABAJAR
– Tú siempre estudiando…
– Que tengo TRABAJO y me PAGAN.
– A ver cuando acabas de estudiar!! Te voy a mantener hasta los 26 como a tu hermana!!
– ¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬ Ale, chau, que estoy ocupada
– Piiiiiii…. (seguro que se quedó hablando sola un rato….)
Y es que la verdad es muy curiosa esa fase de negación en la que ha entrado mi madre… Por ahora no voy a insistir. Si consigo librarme de ir a visitarla de aquí a septiembre, en septiembre haré que entre en razón con un “cobro más que tú!”, a ver si así cae en la cuenta. Después vendrán las amenazas para que no me incluya en su próxima declaración de la renta… y también tiene que asumir que me voy a empadronar en otro ayuntamiento… y esas cosas (esto va a costar muuuucho).
Ahora, sigue quedando para mañana el capítulo dedicado a hacienda… y probablemente también a “cómo conseguir un papel que diga que eres licenciada sin morir en el intento”.
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