Explicando cosas a las abuelas

Hace ya casi una semana se montó un revuelo por un artículo escrito en Público, que podéis leer aquí. El revuelo venía siendo que, según ciertas personas, el artículo es machista, por ir dirigido a una abuela. No tengo muy clara la extensión del revuelo, pero a mi me consta que una de las personas a las que parece ser que le sentó mal el tema fue a @barbijaputa, y parecía ser que la explicación tenía que venirle de otra mujer. Allá vamos.

Soy una mujer, una mujer que no se esconde bajo un nick. Mi nombre completo es fácil de encontrar, y con mi nombre se pueden encontrar todos mis artículos científicos, mi CV y hasta fotos. Pero resulta que normalmente no voy destacando el hecho de ser mujer, y además espero mi reconocimiento científico por mi trabajo y no por mi género. No sé si alguien cree que es mejor o peor por ser hombre o mujer, pero hasta el momento a nadie le ha sorprendido descubrir que soy mujer. Y sí, mi trabajo está en general copado por hombres, por lo que en general sorprende que sea mujer. Por suerte, esto ocurre cada vez menos.

Yo también escribo para mi abuela. Lo hice por ejemplo aquí. Y escribo muchas otras veces pensando en mi abuela. Lo hago porque fue mi abuela la que me crió, y fue una persona que jamás tuvo la oportunidad de estudiar. Mi abuela murió siendo yo pequeña y no llegó a saber que las dos nietas que tenía en casa defendían una tesis doctoral. Si hubiese estado viva, mi abuela habría estado feliz en la defensa de mi tesis, y sé que me habría preguntado mil veces que le explicase lo que hacía. Porque las abuelas (y los abuelos) se interesan por los nietos. Pero la diferencia entre las abuelas y los abuelos de mi generación es más que evidente: mientras que muchos de nuestros abuelos recibieron algunos estudios, aunque fuesen solo los más básicos, muchas de nuestras abuelas se tuvieron que quedar en casa, o empezar a trabajar más jóvenes. Esto se puede extender a madres: la mía, siendo la única mujer de seis, tuvo que dejar la escuela para ponerse a trabajar y “ayudar en casa”, que era lo que hacían las mujeres entonces, mientras mis tíos seguían estudiando. Mi madre tuvo la suerte de poder permitirse, no mucho después, acabar sus estudios primarios en la escuela nocturna.

No sé cómo lo veis vosotros, pero desde mi perspectiva es obvio que las mujeres que vivieron el franquismo tuvieron menos oportunidades que los hombres para estudiar. Por eso es razonable pensar que si quieres explicar algo de la forma más sencilla posible, pienses en explicárselo a tu abuela y no a tu abuelo. No seé si mi abuelo habría mostrado el mismo interés. No llegué a conocerlo. Pero mi abuela habría estado orgullosa de que escribiese pensando en ella, de eso estoy segura. Y también estaría orgullosa de que hoy en día no haya esas diferencias. Pero también os podría decir que mi abuela se enfadaría bastante si supiese que alguien ha llamado a @pmarsupia machista por su artículo, porque si el cielo existiese, ahora mi abuela estaría sentada con otras abuelas, mirándonos e intentando entender las cosas que hacemos. Por eso yo sí le explico las cosas a mi abuela, aunque ella no pueda leerlo. Por favor, hay suficientes cosas de las que preocuparse que sí son machistas como para que alguien diga esto. Al fin y al cabo, lo que se pretendía era explicar las ondas gravitacionales. Leed el artículo sin pensar en la abuela. Seguro que su abuela está orgullosa de él, diga lo que diga la gente.

Nota1: ya sé que quien pensase que era machista ahora me va a llamar machista a mi, pero tenía que intentarlo.

Nota2: soy atea y no creo que mi abuela me esté mirando desde ningún sitio. Es una forma de hablar. Que no venga nadie a decirme que el cielo no existe.

Nota3: ya sé que me meto en donde no me llaman, pero tengo algo llamado conciencia, y mi abuela habría querido que escribiese algo.


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