Después de haber visto todos los componentes de la sangre, lo lógico es que acompañemos a Hemo y Globina en su viaje por el corazón. Sabemos que el sistema circulatorio está totalmente controlado por el corazón y, a lo largo del capítulo, viajaremos por los dos circuitos cerrados: el que lleva y trae sangre de todo el cuerpo y el que la lleva y la trae de los pulmones.
A lo largo de su viaje los personajes van a descubrir que en diferentes zonas el torrente sanguíneo va más rápido que en otras y, por ejemplo, al llegar al final de la vena cava se dice que tienen que cerrarse el bolsillo para proteger el CO2. Y es que van muy rápido, sin duda. Tienen que ir pasando por las diferentes válvulas, movimientos que se corresponden con los diferentes latidos del corazón.
Cuando salen hacia los pulmones se cruzan con bacterias, pero tranquilos, que por supuesto que hay anticuerpos para luchar contra ellas. Puede sonar muy repetitivo que en todos los capítulos haya este tipo de escenas de encuentros con bacterias y virus, pero la verdad es que es cierto que nuestro cuerpo está constantemente eliminándolas.
Cuando se acercan a los pulmones el camino es difícil y se debe a que hay demasiada grasa, lo que puede llevar a una enfermedad coronaria. El glóbulo rojo anciano (Globus?) se para y cuenta una historia de otra vida. En esa vida el problema coronario era mucho más grave, y provocó una trombosis coronaria. En las imágenes se enseña cómo el vaso estaba bloqueado y dado el daño las plaquetas fueron a taparlo, pero era prácticamente imposible pasar porque quedaba muy poco espacio y los glóbulos rojos se acumulaban sin poder ir a su destino (o sea, un trombo). Aclaran que ésto se debe a un estilo de vida incorrecto, por culpa de demasiado alcohol, tabaco, grasa y sal. Personalmente, me llama la atención la insistencia en las grasas, pero claro, en la época en la que se hizo la serie se creía que las grasas eran la fuente de todos los males, y poco se sabía de los azúcares.
Avanzamos y llegamos a los pulmones, concretamente a los alvéolos. Muy felices los glóbulos rojos se deshacen de su CO2 y se cargan de oxígeno y, tras pasar por los estrechos capilares, vuelven al corazón para poder continuar su viaje al resto del cuerpo. Eso sí, la vuelta es muy ajetreada, porque tienen que ir más rápido, ya que Pedro está corriendo y el corazón le late más fuerte.
Por alguna razón esperaba menos de este episodio y me ha parecido que la explicación ha sido muy clara, aprovechando además para hablar de las enfermedades coronarias. Es una pena que muchos de los niños que lo vieron en sus teles a principios de los 90 ahora sufran enfermedades coronarias… y todo por no haber escuchado: el estilo de vida es muy importante!
Deja una respuesta Cancelar la respuesta