Acaba de llegarme un enlace del Facebook de Frank en el que le responde a un protobiólogo que lo insulta. Porque eso es insultar. No sé por qué, será que llevo un día muy cabreada, me ha apetecido comentar un poco sobre este señor.
Sé que a muchos no os gusta, y sé que tenéis vuestras razones, pero en su planteamiento tiene razón. No me voy a meter en sus temas personales, que ya bastante tiene el hombre con la situación que tiene, haya sido o no culpa suya. Me voy a centrar en el aspecto puramente científico, pero desde la perspectiva, la mía si, de una bióloga.
Vamos a ver, el primero que no se haya dormido con el coñazo de los documentales de La 2 que tire la primera piedra. Podéis decir lo que queráis sobre la forma que tiene este hombre de hacer sus programas, pero hace algo sobre animales que llega al público. A todo el público. Casi todo el mundo que conozco, aunque lo ponga a parir, antes o después se ha quedado enganchado a su programa. Un claro ejemplo es mi madre, que pone su programa y se pasa todo el programa criticándolo… Pero no se lo pierde.
Mi madre usa unas criticas muy parecidas a las de este chico. Yo he decidido llamarlo protobiólogo porque creo que le falta un hervor. No he mirado, ni quiero mirar, si resulta ser un doctor. Me da igual. Desde mi perspectiva, le falta un hervor.
Una de las críticas más comunes es que es muy mal hablado. Que queréis que os diga, yo lo llamaría realista. Porque los que llevamos la biología en las venas, hayamos estudiado o no, tenemos por costumbre hacer eso. No sé si alguna vez habéis intentado, por ejemplo, coger una rana. Lo mas probable es que se os escape y soltéis un taco. Ni os cuanto si os pegáis una leche en un charco. Pensad en la vida real, y veréis que eso es lo que el muestra. No son horas y horas de postproducción para que quede bonito. Es lo que hay, y es así. Y seria más real si pudiésemos ver las tomas descartadas, en las que seguro que el pobre cámara ha metido la cámara en el río más de una vez.
Otra crítica habitual es que es un inconsciente. Bueno, y yo soy alérgica a las picaduras de mil cosas y ahí voy de cabeza a echar la mano a donde no debo… A ver como creéis que descubrí que soy alérgica. Los llamados “amantes de la naturaleza” tienen por costumbre meter la mano o la cabeza donde no deben. Y si, acabamos más de una vez en el hospital, pero es que nos apasiona.
También se dice que no tiene estudios, que es un flipado. Esto no es cierto, porque hasta donde sé, es veterinario. Parece que todo el mundo sabe que jugaba al tenis, pero nadie que estudió veterinaria. En cualquier caso, a ver si nos quitamos la titulitis de una puta vez, porque deberíamos pensar en lo que sabe, no en qué se ha licenciado.
Se dice que hace daño a los animales. No. A los animales se les hace daño cuando se los encierra en jaulas, cuando se exponen en un zoo. Cuando se matan por el puro placer de matar. Irse a la selva y coger un animal en la mano no es hacerle daño, aunque parezca luchar mucho con el animal. Por otra parte, para poder estudiar a los animales, habitualmente hay que cogerlos.
Es un flipado que sale en la tele y ya. Esta es la parte molesta, porque el hombre es un investigador hecho y derecho, y además muchas de esas cosas las ha ido sacando de forma paralela a sus programas. Si dedica su vida a proteger a los animales, y también a proteger a las personas de los animales. Me da igual que no esté publicando en Nature, porque a veces hay cosas que son más importantes en la sociedad que lo que se publica en Nature.
Dicho todo esto, ahora sois libres de seguir criticándolo (conste que yo también tengo cosas que criticarle, pero no son esas). Al menos, la próxima vez, antes de decir algo de lo anterior, volved a pensar en el documental de La 2.
PS: yo acostumbro a salir al monte en lo que en Suiza llaman flipflops. Ya podéis crucificarme.
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