Para aquellos que no sepan que es, aquí hay un enlace a una explicación de esas cutres, pero más que suficiente para lo que nos interesa ahora.
El caso es que resulta que se han cargado a unos cuantos en una reserva, ¿y que hace la gente? Pues cada municipio le echa la culpa al de al lado, como tiene que ser, porque ” cada santo que aguante su vela, y en Villafáfila los cazadores se preocupan de la caza, del ecosistema y no se comenten estas barbaridades”. Es decir, yo cazo, tú cazas, todos cazamos (eso sí, manteniendo el ecosistema) y si se caza algo que no se debe, pues se señala al de al lado, como los niños pequeños. ¿No era más sencillo que no pudiera cazar nadie? Debo ser yo la ingenua, que mientras estudio ecología, pienso cosas de esas de matar para comer y tal… y no para poner unos cuernos en el salón, o peor, para disecar al pobre bicho y ponerlo encima de un mueble (traumas de la infancia).
Para aquel que quiera leer el resto de barbaridades, la noticia en La Opinión de Zamora.
Deja una respuesta