El milagro suizo. Recientemente se ha publicado un artículo en Virology Journal que ha estado en las portadas de todos los periódicos suizos y que ha llamado especialmente mi atención. Es un buen ejemplo de cómo una revista científica, incluso una que en principio suele ser “fiable” a veces publica artículos que hacen saltar todas las alarmas.
Llevamos meses buscando una cura para el coronavirus, o algo incluso mejor: un tratamiento preventivo. En este artículo, Signer et al. afirman que la solución estaba delante de nuestras narices y no nos hemos dado cuenta. Echinaforce, un suplemento a base de extracto de Echinacea purpurea, elimina el coronavirus… según ellos.
¿Qué es Echinaforce?
Como decía antes, Echinaforce es un extracto de Echinacea. La Echinacea es una planta que se encuentra sobretodo en Norteamérica, a la que se le han asignado ciertas propiedades medicinales. El problema técnico es que hasta el momento, todos los estudios que se han realizado están excesivamente sesgados, de forma que en una revisión sólo se puede llegar a la conclusión de que quizá disminuya un poquito los contagios por resfriados… o no. En el resto de cosas que se ha dicho que puede curar, no hay diferencia con el placebo o directamente no se hizo un control.
Si analizamos los comentarios en internet sobre los extractos, veremos rápidamente que los usuarios suelen ser personas que toman este extracto de forma regular y afirman que “han tenido menos resfriados que otros años” o que lo toman cuando ya se han contagiado y dicen cosas como que “y en tres días ya casi no tenía síntomas”. Esos comentarios están claramente sesgados y no sirven de referencia.
Todo esto no quiere decir que la planta no pueda tener propiedades medicinales. Lo que dice es que no se han analizado y demostrado, ni se ha aislado el principio activo que genera esos supuestos beneficios. Insisto en que, aunque se han hecho ensayos clínicos, el análisis hace aguas y no deja nada realmente claro.
Por otra parte, y a esto volveré al final, la versión de la empresa suiza A. Vogel que se ha utilizado en este artículo, Echinaforce, es un extracto de la planta en un 65% de alcohol. Para una persona recomiendan tomar 2400 mg al día (siempre) y 4000 en caso de tener síntomas.
Los análisis
Según lo publicado, han utilizado para todos los estudios el extracto comercial, que tiene 16 mg/ml de masa seca de la planta. Lo primero que observaron es que si se incuban coronavirus con Echinaforce a diferentes concentraciones y después se intenta infectar con ellos, a más cantidad en la incubación, menos capacidad de infectar, con lo que concluyen que es un potente virucida. Además, la interacción ha de ser irreversible, ya que aunque después del contacto se laven los virus, ya han quedado tocados. Por ello el efecto es (según ellos) claramente sobre el virus.
Por otra parte, analizando una simulación de lo que sería el epitelio respiratorio, observan que si se trata con Echinaforce en el medio, entonces los virus tendrán menos capacidad para replicarse, y los que lo hagan lo harán en menor grado. Los análisis se hicieron con varios virus y, aunque en estos momentos se centran en el SARS-CoV-2, dicen que es igualmente eficaz para otros coronavirus. Según sus resultados, funciona bien para virus ARN, pero no para virus con ADN, independientemente de la presencia de envuelta lipídica en el virus.
En resumen, según los autores si todos tomásemos Echinaforce todos los días evitaríamos infectarnos en gran medida. Además, si tomamos un poquito más cuando nos hemos infectado, entonces haríamos que la infección fuese más leve. Vamos, la panacea… ¿no?
Los milagros no existen
Analizando el artículo sin poner ni siquiera demasiado esfuerzo, es fácil encontrar unos cuantos detalles que llaman la atención. El primero son las cantidades utilizadas en el estudio. Si se habla de que se añaden 50 mg/ml, no queda nada claro por ml de qué, porque han dicho que usan la solución comercial. Mire como se mire comparado con la cantidad presente en la solución comercial, claramente en sus estudios in vitro han utilizado cantidades muchísimo más altas de las que se utilizarían consumiendo tal suplemento. Podríamos empezar a dudar de que la dosis hace el veneno…
Pero por supuesto, si vamos a analizar el efecto de algo, tendremos controles. Por eso cuando pone que el primer punto en concentraciones es 0 mg/ml, cualquiera entendería que eso es la misma solución pero sin la planta. Pues no, porque el texto dice que esa muestra es sin suplementar, y en ningún momento se hace referencia a la preparación de un control. Por lo tanto, sin control… ¿cómo sé que el efecto es por la planta y no por el 65% de alcohol que tiene la solución comercial?
Por último, si analizamos la letra pequeñita después del artículo, podemos ver que los consumibles ( o sea, el extracto) ha sido financiado por la empresa que lo vende, A. Vogel AG. Además, dos autores son trabajadores de la empresa y un tercero ha recibido dinero de la empresa.
Hay plantas que tienen propiedades medicinales, sin duda. Pero en este caso, sin saber cómo funciona y sin controles, el artículo me parece excesivamente dudoso. Por cierto, el componente más abundante en el extracto es el ácido cicórico, seguido del ácido caftárico. Ambos son compuestos disponibles de forma comercial y cuyas propiedades están analizándose. El primero, sí se ha estudiado que puede interferir con algunos procesos virales. ¿Por qué no han hecho un ensayo en condiciones utilizando el compuesto concreto? Quizá el hecho de que al día siguiente de la publicación del artículo, todos los supermercados suizos se quedasen sin stock de Echinaforce da algunas ideas….
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