Hace un tiempo, cuando conseguí trabajo, llamé a mi madre para comunicárselo, pero mi madre pasó cuatro pueblos de mi.
Hoy fui a visitarla e intenté explicarle por todas las vías posibles que lunes empezaba a trabajar y que me pagarían por ello: no hubo forma… tendré que intentarlo en otro momento. Por ahora paso de todo, no vaya a ser que me corte el grifo (la gotera mejor dicho) de forma anticipada.
En un par de semanas lo intentaré otra vez… a ver si a la tercera va la vencida.
Díselo con cariño.
Hija:¡¡¡Mama!!! Que ya te puedo meter en una residencia cuando quieras.
Y entonces puede mandarte a paseo con la escoba en la mano o ponerte una alfombra presidencial.
Siempre puedes probar a mandarle una fotocopia de tu nómina con dibujos de los Lunnis.