Esta es la típica frase de mi profesora de Virología que yo pondría con un quote para que todos nos riamos un poco de lo nula que es. Pero es más que eso. Hoy esa frase… colmó el vaso. Algunos alumnos estuvimos a punto de matarla.
Estamos hablando de una persona que se cree dios, pero que no distingue entre siglo y milenio. De una persona que dice tener una memoria maravillosa y escribe en una esquina de la pizarra las mismas características de una cosa que ha escrito 5 minutos antes en la otra esquina (y no ha borrado). Una persona que dice que el tránsito de personas por el mundo es malo, porque nos vamos a contagiar algo fijo, y que mira a sus dos alumnos Erasmus brasileños como quien mira una especie en peligro de extinción. Fascinada porque, pobrecitos ellos, hay que enseñarles que allí no pueden aprender, pero sin relacionarse con ellos, que nos pegan el Sida fijo. Pero no es Sida, que somos muy guays, es algo así como “ais”. Lo escribo tal y como ella lo pronuncia. Yo supongo que quiere decir AIDS, pero no lo acabo de tener yo muy claro…
El Sida es un tema de conversación que le gusta mucho. A mi hace mucho me explicaron que tú puedes infectarte de VIH y no tener sida. Porque hay gente que no desarrolla la enfermedad (es algo largo de explicar y lo dejo para otro día). Pero según ella, todos los que tienen VIH tienen sida, pero a algunos no se les ve (el resto lo llevan tatuado en la frente). Y todos los que lo tienen, deberían llevar un cartel grande que lo diga.
Pongamos que el chico A conoce a la chica B y se acuestan. Pero no así el día que se conocen, no. Primero se conocen y establecen una relación seria y eso, pero antes o después se acuestan (para qué negarlo). Al cabo de unos años, la pareja rompe, y la chica B se va con el chico C. El chico C va a donar sangre y le dicen que tiene Sida. ¿Conclusión de la profesora? La chica es una puta. Se va con cualquiera. Y es que según esta mujer, los chicos no tienen nada que ver. Somos las chicas las que tenemos que hacernos pruebas cada 2 meses y que vigilar con quién nos acostamos y con quién no.
Pero el Sida no tiene sólo ese problema. Ya sabemos que es una enfermedad de los países más desarrollados del mundo (entre los que está España por si alguien duda), pero esto no es culpa de los españoles en sí. La culpa es de los monos. Pero después, la culpa es de los drogadictos, que pese a conocer todo lo que conocen del sida se pinchan con cualquier cosa, y de los adictos al sexo.
La adicción al sexo es mala. Aquí no sólo hablamos de la ninfomanía, que es en lo que todos estamos pensando. No. Según esta mujer, un adicto al sexo (o una adicta, que es todavía peor), es aquella persona que practica sexo, aunque sea con una pareja estable, únicamente por placer. Si recordamos que esta mujer no tiene hijos, yo asumo que es virgen. Vosotros ya me diréis.
Y es que en este mundo en el que vivimos. Ya desde comienzos del segundo milenio (me refiero como todos sabemos al año 1900), naturalmente, se ha ido incrementando esta adicción, hasta el punto de que en el tercer milenio gran parte de la población mundial es adicta al sexo. Y ya ni os cuento el papel de internet en todo esto, que es malísimo.
Y ahora empezamos con la crítica a internet. Internet es mala, es obra del diablo. Porque se pueden encontrar muchas cosas relacionadas con el sexo (y digo cosas relacionadas, no pornografía). Igual la gente lee o ve algo que no debe (será eso). Además en internet no podemos encontrar nada de utilidad (recuerdo una vez más que hay bibliotecas enteras digitalizadas y gracias a ello yo puedo leer Nature o Science sin problema). Pero lo del sexo ya… eso ya llega al límite.
Por esa razón, había que cerrar internet. Porque además de esos contenidos claramente sexuales (y vuelvo a aclarar que me refiero a contenidos para todos los públicos), no hay nada más, y por eso es mala.
Después de esta crítica, volvemos al tema del Sida, y dejamos claro que, toda aquella gente que está contagiada o tiene la remota sospecha de que podría estarlo, no debe ocultarselo a nadie. Absolutamente a nadie, porque después pasa lo que pasa. Así que ya sabéis, si os infectais os tatuais en la frente “tengo sida, no te acerques a mi”. O si eso los metemos a todos juntos, como a los leprosos. Si es que… y dicen que evolucionamos.
Por suerte la selección natural actúa correctamente y personas como estas son eliminadas de la Tierra sin dejar descendencia (gracias a dios). Y seguirá existiendo internet y seguirá siendo útil, aunque sólo sea para que yo pueda abiertamente poner a parir a esta mujer sin que nadie se cuestione nada al respecto, ni la mujer me denuncie ni me suspenda.
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