… en agosto lloverá.
Hace casi dos semanas que hace mucho calor en Santiago. Eso se traduce en una sensación de “puag” constante y de “chof” cada vez que da el sol (qué bien me explico).
Estos días están siendo extraños. Además de la mano negra que hace que en el departamento ocurran cosas raras (es el fantasmita verde pero nadie me cree), yo parece que estoy medio gafada… Aunque como no a todo esto hay que sumarle que no doy una con tanto calor y sin dormir (sí, sigo durmiendo más bien poco).
Por otra parte ha llegado el calor, con el calor llegan los bichos, y con los bichos yo me vuelvo picajosa, que se traduce en que los putos bichitos me acribillan y me pica todo y duermo menos… lo que hace que además de estar de mal humor, esté dormida y no haga casi nada bien en el laboratorio…
Además, por otra parte… últimamente todo es extraño.
Ayer por la noche vi American Psycho y Hackers (realmente la mitad de Hackers quedó para esta mañana). Como mínimo se puede decir que fue divertido… muy divertido.
Hoy me he dado cuenta de que mi mundo ha dejado de ser la chica pseudofriki estándar (si es que se puede decir que eso exista). Cada vez veo que soy más bicho raro… y creo que mis conversaciones de horas sobre como dominar el mundo con una proteína de un virus no ayudan a ello…
Por otra parte, en mis días de desaparecida he estado leyendo. Me ventilé La sombra del viento. Y tengo que reconocerlo… no, no es un bestseller típico de esos que sólo sirven como leña para chimenea.
Y ahora… ahora haré el vago un poco más, que soy la única idiota que mañana va a ir a currar… en fin 😛
Deja una respuesta