Hace cosa de tres meses o algo así, mi novio apareció un día en casa con mi regalo de cumpleaños. Faltaba todavía mucho… pero eran dos entradas para el Sonisphere, que era el 15 y 16 de Julio, siendo el 16 mi cumpleaños. En el momento me hizo mucha ilusión…
Últimamente tenía menos ganas de todo y, aunque me apetecía mucho ir, tampoco es que estuviese dando mil botes. El viernes me fui del labo al mediodía y por la tarde descansé un poco antes de tirar para Getafe.
Llegar ya fue toda una odisea, esperando en Getafe Central a que apareciese un bus… Cuando finalmente conseguimos entrar estaba tocando Sôber. Bah, en fin. Es Sôber. Después le tocó a Arch Enemy. Desde mi lado del escenario al menos, se oía mal. Además es un estilo que me satura muy pronto, pero estuvo bien.
Pero después, a media noche, llegó el momento. Slash en el escenario. Cantando Myles Kennedy. Brutal. La mezcla de las nuevas canciones de Slash en solitario con las de Guns, y la voz de Myles que se adaptaba perfectamente a cada canción… Estaba siendo perfecto. Para mi, dos grandes momentos: Night Train y Sweet Child O Mine. En ese momento lo estaba pasando tan bien que no podía recordar que en mi cabeza hubiese algo que me preocupaba.
Al acabar Slash nos fuimos, y la historia continuó el sábado.
Esta vez llegar fue más sencillo… y llegamos cuando queríamos, para Apocalyptica. La verdad es que creo que estuvo muy bien, pero no podría asegurarlo ya que lo único que sentía era un gran mareo… hacía demasiado calor, el aire estaba saturadísimo de polvo… Aún así estoy segura de que el momento en el que versionaron Nothing else matters dejó marcados a todos los presentes (incluidos los mareados).
Después, Dream Theater. Un grupo que me gusta mucho… y que me decepcionó. Sonaba mal… no sé. No me convencía. Y tras un rato de descanso, justo cuando se ponía el sol, llegó el momento: Iron Maiden. Su parte empezó floja para mi gusto, centrándose mucho en las cosas más nuevas, pero poco a poco lo solucionaron, quizá llegando a un punto álgido al empezar los bises con The number of the beast. Pese a ello, tengo que decirlo, no tocar Run to the Hills para mi fue un graaaan fallo.
Aunque me hubiese gustado quedarme más, no podía casi mantenerme en pie, y decidimos irnos a casa. Y menos mal… ni os imagináis que odisea a esas horas llegar a casa!!!
En resumen, qué puedo decir… ha sido fantástico, alucinante, me ha encantado… Y no, no quiero cosas brillantes y caras como regalo de cumpleaños, ha sido el mejor regalo de la historia… nunca había sido taaan feliz el día de mi cumpleaños. Y es que está claro que hay alguien que me conoce más de lo que piensa… 🙂
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