Para quien no sabe qué son los casos prácticos, pues son una serie de ejercicios que mi profesor de fisiología ha decidido dejar ahí, al final de cada tema para que los hagamos y corrijamos en clase. Ayer, durante el examen del diablo ese, nos dijo que mañana en clase haremos los de los dos primeros temas. Y claro, cuando te dice eso, tu asumes una horita hoy haciendo ejercicios. Pero entonces miras los del primer tema: 18 ejercicios. La hostia. Al menos serán cortitos… Una hora más tarde sigues en el ejercicio 3, haciendo esquemitas de regulación unas 80 veces, en los que sóo varía el grosor de una puta flecha. Pero lo haces… y esperas a que el resto sean más cortos.
Cuando consigues acabar los 18 ejercicios… pasas al siguiente tema. Y esperas que sean menos. 18. otros 18. Y otra vez con los esquemitas de regulación. Y explicando qué quiere decir lubrificado, para los chicos, que de eso no saben. Y sigues, y empiezas a pensar en posibles modos de matar al profesor… y entonces recuerdas que es del Opus, y piensas en estrangularlo con un cilicio… debe ser agradable.
Y sigues, y llegas al último ejercicio. Y empiezas a llorar.
“A veces ocurre que mujeres de marineros, estando al final o poco después de la menstruación, quedan embarazadas el primer día de la llegada del marido, después de 6-9 meses en alta mar. ¿A qué es debido?”
En serio, ya no sé que hacer con este hombre. Yo creo que no soportaré lo de los casos prácticos. Si el primer día que tengo que hacerlos ya pienso en modos de matarlo con un cilicio… no quiero saber que métodos de tortura pensaré dentro de dos semanas…
Y para ayudar en el asunto, las otras están en la casa rural, de fiesta, de borrachera, y yo aquí, haciendo casos prácticos, y iendo mañana a clase a las 9… para cortarse las venas… con seda dental ¬¬
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