Llevaba días pensando en cual iba a ser el próximo experimento que os iba a contar, y la verdad es que no se me había ocurrido antes. Hoy vais a aprender cómo crecer vuestras propias bacterias!
Supongo que habéis oído miles de veces eso de que tenemos un montón de bacterias con nosotros. Pese a ello, seguimos obsesionándonos con lo de lavarnos (a veces de más) y creemos que realmente quitamos las bacterias. Bueno, no es cierto. Y os lo voy a demostrar. También le digo a mis alumnos que realmente el medio de cultivo de bacterias es como el caldo de pollo, y no me creen. También os lo voy a demostrar.
Materiales:
- Un cazo
- Un vaso
- Agua
- Un sobre de gelatina Royal de vuestro color preferido
- Una pastilla de caldo de pollo
- Un tupper ancho
Métodos:
- Primero preparad la gelatina siguiendo las instrucciones del sobre.
- Disolved la pastilla en un vaso de agua, y añadid una o dos cucharaditas a la gelatina.
- Removed bien y echad la gelatina en el tupper. Nos llega con que forme una capa de 1 cm.
- Cerrad el tupper y metedlo en la nevera.
- Cuando la gelantina esté sólida, sacad el tupper de la nevera, abridlo, poned vuestra mano sobre la gelatina y cerradlo inmediatamente.
- Poned el tupper cerrado en un sitio calentito. Lo ideal son unos 37ºC, así que podéis acercarlo a la estufa un poco.
- Esperad un par de días.
Pasados uno o dos días, veréis que empiezan a crecer cosas en la gelatina. Esas cosas estaban en vuestra mano. Lo normal es que crezcan bacterias, pero también hongos. No os preocupéis, los hongos los identificaréis por la pinta de moho típico de fruta que suelen tener, con su pelusilla.
La verdad es que el caldo de pollo no es necesario, pero va a acelerar el proceso. La gelatina es comida más que suficiente para las bacterias. Lo único importante es que el tupper sea grande y quede bastante aire dentro, ya que las bacterias lo necesitan, y lo vais a cerrar para que no entren otras cosas del aire. Deberían sobrevivir sin problemas con el aire que queda dentro, no os preocupéis.
Después, podéis probar a ver cómo de limpia está vuestra casa. De la mano siempre van a crecer cosas. Siempre. Da igual con lo que os hayáis lavado antes. Si no crece, habéis hecho algo mal. Podéis probar con un bastoncillo a frotar por la casa y hacer rayitas en la gelatina: antes y después de limpiar el fregadero, el cuchillo que creíais impecable. Dejar el tupper abierto y ver qué crece del aire.

Sé que ahora no me creéis, pero si hacéis la prueba, veréis que en vuestra casa hay más bichos que vosotros. También veréis que si, que usar agua hirviendo mejora el resultado, pero tampoco es la panacea. Que la lejía a veces sigue dejando cosas vivas. Incluso puede que lleguéis a encontrar algún bacteriófago, si dejáis crecer suficiente y extendéis lo crecido, en algún momento podéis ver que tenéis un césped de bacterias y unos agujeritos, como puntitos en los que antes había bacterias pero ahora ya no. Esos son mis fagos! Y si tenéis un antibiótico abandonado por alguna razón, también podéis probar a ver qué pasa poniendo el antibiótico: el resultado os hará entender qué quiere decir eso de “amplio espectro”, y también por qué cuando tomamos antibióticos somos más susceptibles a pillar una infección por hongos.
Buena suerte en el experimento. Si alguien se pone a ello, por favor, enseñadme las fotos del resultado!
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