Aprendiendo a enseñar II

Unha barra de ferro salva máis vidas que un aparato de resonancia magnética nuclear.

Supongo que todos lo entenderéis (el gallego se entiende sin problemas)… esta joya la dijo un profesor de magisterio… y lo jodido es que tiene razón, si la sitúas en contexto, claro.

La barra de hierro viene siendo una cosa para evitar que los niños al salir del colegio se tiren a la carretera corriendo… así tienen que dar la vuelta y así no corren, con lo cual ven venir a los coches… y los coches ven venir a los niños.

Digo que tiene razón, porque en la puerta de la facultad de magisterio han puesto una barra de esas, y desde que la pusieron no han vuelto a atropellar a nadie en ese paso de peatones (aunque sí en el resto de los que hay en la calle). Si es que en magisterio, directamente, son como niños.

Pese a todo, supongo que podía ser un poco más blandita, no vaya a ser que el niño se abra la cabeza…


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Comentarios

2 respuestas a «Aprendiendo a enseñar II»

  1. Avatar de Minina de Cheshire

    En Magisterio SOMOS niños.
    Recuerda que estás en el club para tu gloria y desgracia. 🙂

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