Me han vuelto a echar de la biblioteca de mates. Son muy sutiles ellos… apagan las luces a las nueve y media en punto, y en tres minutos te vienen a decir que te largues. Claro… recoger en un minuto es fácil cuando no tienes un portátil encendido, escuchas música, tienes toda la mesa con tus apuntes en múltiples pilas y eres incapaz de seguir el cable de los auriculares que salen de tus orejas, se pierden bajo los apuntes… y aparece en el ordenador.
Salgo de la dichosa biblioteca lo más rápido que puedo y voy hacia la hierba con el portátil en la mano y veo que llovizna… me meto en el coche pensando en ir a un sitio plano… veo el coche de mi jefe… Y he acabado detrás de la facultad de filosofía, aquí no puede encontrarme nadie 😛
Lo malo es que me estoy quedando sin batería… menos mal que nico sale pronto 🙂
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