En contra de lo que se pueda entender al leer mis resultados de los propósitos planteados hace un año, os juro que 2017 ha sido un año bueno. El caso es que las cosas no han ido según lo previsto, así que he tenido que ir dejando algunos de mis propósitos a un lado para adaptarme. Ahora he puesto un poco de orden en mi vida, y creo que puedo afrontar el año con nuevas ideas. La parte mala es que mi gran plan para 2018 es algo que no puedo contar por ahora, así que eso vamos a dejarlo como el plan oculto que, si sale bien, ya os contaré.
Pero vamos al lío, uno por uno, como siempre:
- Libros: he acabado sólo 6, me he quedado muy por detrás de los 16 que me planteaba. Pero leer en alemán lleva mucho tiempo, tengo muchos libros a medias y he leído muchos papers. Pese a que sé que va a ser algo complicado, voy a renovar el propósito siguiendo las normas. 16 para el próximo año, ya veremos de dónde saco tiempo.
- Papers: viva viva!!! Cumplido. Publiqué este año un artículo y una review. Mi h index sigue igual según Scopus pero ha subido según Google Scholar. Subirá el próximo año, eso lo sé. Para 2018 quiero publicar otro artículo (o tenerlo al menos para enviar) y que mi h index suba oficialmente.
- Series y películas: según mi lista he visto 8 películas, aunque puede que me haya olvidado de alguna. En cualquier caso, no he llegado a 12. Series he visto bastantes, y he visto mucho en alemán, así que lo considero un éxito. Quiero seguir así, quizá metiendo más películas. Vamos a dejarlo en 12 películas y 12 temporadas de series para el próximo año.
- Blog y twitter: esto va a ser complicado. He escrito 14 posts, lejos de mi objetivo. Tengo que intentar levantar esto. Pero mi twitter ha estado ardiendo por momentos. Mi cambio de planes online se debe a la aparición inesperada de Bacteriófagos en marzo, que se llevó gran parte de mi tiempo. Desde marzo he estado publicando un capítulo cada 2 semanas, y eso no ha sido fácil. Este propósito se va a renovar alterado: 25 entradas en el blog, un Bacteriófagos cada dos semanas (excepto vacaciones) y mantener mi presencia tuiteril. Ah, y a ver si este año me abro una cuenta de Twitter seria de una vez.
- Viajes: quizá lo más destacado del año fue el viaje a Montana y la falta de viajes por Suiza. El verano fue muy malo, y eso impedía salir a la montaña como me gustaría. Para compensarlo un poco, este año sí hubo vacaciones en Galicia en verano. El año que viene me gustaría poder aprovechar un poco más el tiempo que me quede en Suiza, y hacer también algún viaje a otro sitio. Espero que la lista de viajes sea amplia, pero tampoco demasiado… yo sé lo que me digo.
- Conciertos: vale, la sequía previa se ha compensado en una semana en Galicia. Sin desmerecer al resto, el concierto del año fue el de Rosendo. El próximo año me gustaría poder estar igual de contenta por haber ido a un concierto.
- Laboratorio: si mi jefe no me ha mentido, mi contrato se va a volver a renovar en febrero. Así que por ahora eso va bien. Por otra parte, el ambiente es bueno, y en estos momentos está mejorando todavía más. Se va gente que voy a echar de menos, y gente que no voy a echar de menos. Ha llegado gente nueva, y llegarán más. Pero el ambiente es mucho más agradable que hace unos años, y esperemos que siga así, sin querer matar.
- Ejercicio y vida sana: un Nature no se publica con vida sana. He hecho lo que he podido, pero ha sido menos de lo que me gustaría. Tengo que buscar la forma de ir más a menudo al gimnasio, y también sacar más tiempo y energía para ir al rocódromo. Que el año ha ido de media mejor que el anterior, en el que el empuje fue en los últimos meses, pero que todavía queda mucho camino por hacer. Seguiremos intentándolo. Lo más importante es encontrarme mejor, porque he pasado temporadas con las fuerzas por el suelo, y eso me lleva al siguiente punto…
- Comida sana: mi plan de cocinar no se llevó a cabo porque como intuía, era imposible. Y con tantas horas extras descuidé mucho lo que comía en casa, lo que desayunaba, los bocatas de la cafetería, los kebabs en el laboratorio para cenar… Pese a que me he hinchado a comida basura, este año he bajado de peso (llevaba años sin variar más de un kilo). Esto me lleva a hacer que este sea uno de mis propósitos principales, y desde principios de enero pretendo intentar a toda costa llevar una dieta sana. Para ser realistas, asumiré que no voy a llevarme la comida, pero tengo que organizar el resto para compensar. El cómo llevarlo a cabo será explicado en el primer capítulo de Bacteriófagos tras la pausa navideña, que sé que este propósito es el de muchos.
- Productividad: en una mezcla extraña entre papel y digital, parece que tengo las cosas controladas. Todavía me falta mejorar un poco esto de vaciar mi mente, porque tiendo a no apuntar todo. Mi Todoist dice que soy Grand Master, y así tengo que comportarme. Ese va a ser mi propósito: recopilar, recopilar, recopilar…
- Alemán: pese a que he intentado hacer el test que pretendía, los inútiles han cambiado la web y no se pueden hacer de nivel superior. Hice otro, que dice que me apaño, pero no es lo mismo. Yo creo que sí, porque he empezado a ser capaz de hablar, y entiendo prácticamente todo cuando mis compañeros hablan. Seguiré con ello por ahora, aunque habrá que pensar si quiero añadir otro idioma a mi esquema de aprendizaje. En cualquier caso, el alemán seguirá ahí porque mi objetivo es poder comunicarme de forma fluida. No tengo muy claro cómo valorar eso, a ver si se me ocurre algo a lo largo del año.
- No crecer: voy sorprendentemente bien comparando con mis pobres compañeros de laboratorio. No voy a renovar el propósito, porque no implica un esfuerzo especial más allá de cosas incluidas en otros propósitos.
- Vida ordenada y minimalista: pese al caos que rodeó la publicación del artículo, más o menos me voy apañando. Es minimalista porque no tengo tiempo para ir de compras, aunque estas navidades traerán algún que otro gasto. El orden se mantiene, aunque a veces cueste, y me facilita mucho la vida. Tener la casa más o menos decente hizo que, cuando tuve que enseñarla hace unas semanas, sólo me llevase un día limpiar a fondo todo. Teniendo en cuenta que el 80% del tiempo fue dedicado al dichoso suelo que está siempre sucio, no ha ido tan mal.
- Ahorrar: ni idea de cómo, pero he cumplido el propósito. Independientemente de los cambios en mi sueldo, he conseguido gastar menos este año (pese a que podría ser accionista de la cafetería de la facultad). El propósito el año pasado era reducir un 10%, cosa que cumplí, pero entiendo que si lo renuevo igual la cosa se va a poner difícil, así que vamos a dejarlo en la mitad, en un 5%, al menos mientras mi vida se mantenga igual, porque cambios inesperados pueden traer gastos inesperados. Y sí, llevar un control de tus gastos ayuda a ver en qué gastas y buscar cómo reducirlo.
- Propósito nuevo del año: parecer adulta. Ya sé que esto parece un poco contradictorio con lo de no crecer, pero es que tengo problemas graves en situaciones en las que se supone que me tienen que tratar como lo que soy y acabo con gente preguntando que dónde hago mi tesis, o peor, mi máster. Que está muy bien aparentar joven y así quiero seguir, pero tengo que aprender a parecer adulta. Entiéndase como ser capaz de vestirme puntualmente como una persona normal, arreglarme, lo que se supone que debería hacer una mujer de mi edad. Que a mi no me gusta y yo voy feliz por la vida de vaqueros y sin maquillar, pero el mundo no lo ve igual, así que tengo que ser capaz de crear una versión fake de mi misma que de el pego.
Y hasta aquí mis planes para el próximo año que se pueden contar. Habrá que ver cómo salen… pero al menos vamos a intentarlo. Feliz 2018 a todos!
Deja una respuesta